Desde que saltó la noticia del divorcio de los príncipes Joaquín y Alejandra de Dinamarca, la prensa danesa ha hecho todo tipo de especulaciones sobre cuáles fueron las causas últimas de su separación. Cuando se cumple un año de aquel sorprendente e inesperado anuncio, sus protagonistas vuelven a ser noticia al conocerse que ambos han rehecho sus vidas con otras personas. Alejandra, con un fotógrafo 14 años menos que ella, y el hijo menor de la reina Margarita, con una joven morena. Y, por el momento, desconocida. El único detalle que ha trascendido, hasta ahora, sobre la mujer que ha conquistado el corazón del [príncipe Joaquín], y con la que pasó unas [románticas vacaciones en Avignon], es que es española.
"No podemos rendirnos" La [princesa Alejandra] no ha querido hablar sobre su nueva situación después de haberse separado del príncipe Joaquín, en cambio el Príncipe sí ha hecho recientemente algunas declaraciones a la prensa en las que ha confesado cómo es su vida familiar tras la ruptura. Aunque, por supuesto, no ha confirmado ni desmentido su romance con la joven con la que le relacionan los medios escandinavos. Respecto a sus hijos, los príncipes Nicolás y Félix, afirmó que es necesario que ellos continúen sintiendo que Schackenborg es "su hogar". Un lugar en el que continúen disfrutando y conserven los amigos de siempre. "Es muy importante, por eso he tratado de hacerles entender -en la medida en que pueden entenderlo unos niños de su edad- que aquí no son unos invitados. Ésta es su casa en igual medida que lo es la otra en la que viven todos los días".
Sin lugar a dudas, una separación es dolorosa para todos. Un duro golpe para los niños y para la pareja. También lo ha sido en el caso del príncipe Joaquín, aunque él considera que para superar una crisis uno tiene que poner de su parte. "Encerrarse y tomar distancias es un mecanismo de autodefensa natural, pero creo que es una tontería. Es importante salir de todo esto a través del trabajo; estar ocupado; tener un objetivo, y así mantener la distancia justa con las cosas. La vida continúa. No podemos rendirnos y quedarnos mano sobre mano lamentándonos". Por suerte, él ha encontrado actividad de sobra en sus propiedades en el campo: "Aquí la naturaleza tiene la última palabra. Es un reto frustrante y emocionante al mismo tiempo. La naturaleza da y la naturaleza quita. Hay que resignarse". Así son las cosas también en el amor.
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