¡Al fin! Después de las cariñosas palabras que la reina de Dinamarca dedicó a Mary Donaldson este verano mientras pasaban sus vacaciones en Caix, Francia, esto era, definitivamente, lo único que estaban y podían esperar los ciudadanos daneses. Mary Donaldson había sido aceptada por todos hace ya mucho tiempo. Y era, a pesar de su procedencia extranjera, una más en las calles de Copenhague. Tenía su casa, su trabajo, estudiaba danés varias horas al día para no tener que recurrir a su idioma materno (el inglés) en su vida cotidiana y se relacionaba a la perfección con el amplísimo y variado círculo de amigos del príncipe Federico: poetas, músicos, nobles, ejecutivos, aventureros, nobles y aristócratas... Se echó de menos, sin embargo, durante todo este tiempo, un gesto cómplice de la Reina quien inicialmente parecía resistirse al hecho de que el príncipe heredero se hubiera enamorado de una sencilla abogada australiana. De la hija de un catedrático de matemáticas de la universidad de Tasmania.
Princesa de Dinamarca Ahora, dos años después de que ésta lo abandonara todo por amor hacia un Príncipe heredero y no después de haber superado algunas duras pruebas - entre ellas, el examen de la policía del reino que investigó a fondo toda su vida y sus relaciones- Mary Donaldson es ya a ojos del mundo la nueva "princesa de Dinamarca". La futura esposa del futuro rey de los daneses. Así ha quedado confirmado por un comunicado que ha emitido esta mañana el palacio de la Reina. Y así ha de ser: El anuncio oficial del compromiso tendrá lugar el miércoles ocho de octubre durante el Consejo de Estado en la residencia de Asmaliemborg.
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