Como consecuencia de la crisis política que sume estos días Bélgica, del escándalo de malversación de fondos protagonizado por el príncipe Laurent, de la posibilidad de que el príncipe Felipe fuera llamado por la justicia este mes (si no devolvía los muebles procedentes del Palacio Real de Amberes), de las malas relaciones de Palacio con la prensa, de la semibaja del rey Alberto a causa de una operación de cadera, los motivos de celebración para los miembros de la Familia Real de los belgas han escaseado últimamente. Pero ayer los soberanos tenían uno muy especial en mente por el que sentirse felices y orgullosos: su nieto Amadeo juraba bandera como oficial del Ejército.
La princesa Astrid de Bélgica, con uniforme militar, y su marido, el príncipe Lorenzo, con su hija pequeña, Luisa, asistieron ayer en Bruselas a la jura de su primogénito, el príncipe Amadeo, después de su formación en la Real Escuela Militar, la academia militar más importante de Bélgica desde su creación en 1830. De este modo, el Príncipe pasa a la reserva como oficial. Amadeo, nacido en 1986 -lo que le convierte en el nieto mayor del rey Alberto de los Belgas-, estudia en estos momentos en la prestigiosa institución británica London School of Economics. Al término de la ceremonia, el príncipe Amadeo, que forma parte de 114ª promoción de oficiales, recibió una entusiasta enhorabuena de sus padres y de su hermana.
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