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La enfermedad de Carlos III ha conmocionado a un país que ha visto como en el último mes la familia real ha encadenado titulares sobre las complicaciones de salud de varios de sus miembros y cuyo Rey ahora se enfrenta a un tratamiento contra el cáncer. El primer ministro, Rishi Sunak, conocedor de la noticia antes de que se hiciera pública, ha sido de los primeros en enviar un mensaje de ánimo y confirmar que el pronóstico es bueno y líderes mundiales como los presidentes Joe Biden, de Estados Unidos, o Enmanuele Macron, de Francia, se han sumado a los buenos deseos. Ahora, Alberto de Mónaco ha sido el primer jefe de una Casa Real en pronunciarse y lo ha hecho con un cálido comunicado que reproducimos a continuación:
Su majestad,
En estos momentos difíciles, toda mi familia quiere expresarle nuestro más completo apoyo.
Su determinación, coraje y franqueza han sido siempre una fuente de inspiración. Estoy convencido de que mostrará la misma valentía para afrontar este desafío.
Mi familia y la población de Mónaco se unen a mi para enviarle a usted, así como a la familia real y sus allegados, nuestros pensamientos y oraciones.
Alberto, príncipe de Mónaco
Los dos soberanos siempre han mantenido una estrecha relación, especialmente en su juventud. Son amigos, pero podrían haber sido familia. Según publicó la revista ¡HOLA!, el sueño de Grace Kelly era ver a su hija Carolina convertida en consorte de alguna gran monarquía europea y uno de estos supuestos candidatos fue el entonces príncipe de Gales. Aunque se conocieron, no llegó a surgir la chispa entre ellos. Así, el príncipe Alberto y Carlos III nunca han sido cuñados, pero sí comparten intereses comunes como su preocupación por el medio ambiente. Su último encuentro fue precisamente en la Cumbre del Clima de Dubai en diciembre del pasado año.
Alberto y Charlene de Mónaco también asistieron a su coronación hace nueve meses. Fueron los primeros miembros de la realeza en confirmar su asistencia al histórico acto. Igualmente en esta ocasión también han sido los primeros en reaccionar al impactante anuncio de Buckingham.
Por su parte, Carlos III ya comenzó este lunes en Londres el tratamiento y continuará con él desde Sandringham, donde se ha trasladado esta misma tarde junto a la reina Camilla en helicóptero. Todo ello tras mantener un breve encuentro, de unos 45 minutos, con el príncipe Harry que ha volado desde California tras conocer el diagnóstico de su padre. Esta mañana también ha recibido la visita de su sobrina Beatriz de York, que vive también con preocupación la situación de su madre, Sarah Ferguson, recientemente diagnóstica de un melanoma maligno.
Entre tanto, su familia se prepara para afrontar la ausencia del Rey durante un periodo aún indefinido y la de la princesa de Gales, que se recupera de una cirugía abdominal y no se espera que vuelva a la vida pública hasta después de Semana Santa. Ante esta situación, el peso de la agenda real recaerá en buena parte sobre la reina Camilla, que asumirá algunos de los compromisos del monarca y los suyos propios mientras acompaña a su esposo en el duro proceso que atraviesa. También se espera que de un paso al frente el príncipe de Gales, que había cancelado su agenda para estar junto a su mujer, pero este miércoles ya tiene dos actos previstos. También ha comenzado la semana con una intensa actividad la princesa Ana, un apoyo fundamental para el Rey, así como los duques de Edimburgo que también arrimarán el hombro de una monarquía con menos miembros senior que nunca y que ahora se enfrenta a la ausencia de sus principales baluartes.
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