¿Cómo es el emperador Naruhito en las distancias cortas? Su profesor de español lo cuenta

'El emperador como alumno era muy empollón y estudiaba siempre todo lo que le pedía', confiesa su maestro, Florentino Rodao

Por hola.com

El Palacio Imperial de Tokio ha recibido a los miembros de la realeza de todo el mundo para la proclamación de Naruhito como nuevo emperador de Japón. Más de dos mil invitados han sido testigos de un momento histórico en el milenario Imperio de Japón. El hijo de Akihito ha subido al trono en una cita marcada por la tradición y el ritual. Pero ¿cómo es el nuevo emperador de Japón en las distancias cortas? Florentino Rodao, el que fuera su profesor de español durante un año en Tokio, ha hablado con los micrófonos de Hoy por Hoy en la cadena Ser y ha contado cómo es en realidad su alumno más ilustre. 

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 El entonces heredero al trono nipón se había propuesto aprender el idioma cuatro meses antes de visitar España y quería practicarlo con un hablante nativo.  El Palacio Imperial pidió a la Embajada de España referencias, y cree que, además de conocer a un embajador con el que hizo buena amistad, en la decisión de escogerlo a él primó que ambos, profesor y príncipe, tenían la misma edad: 32 años.

Florentino Rodao,catedrático en la Universidad Complutense de Madrid y autor de "La soledad del país vulnerable, Japón desde 1945', asistía cada mañana a impartir su lección "dentro del recinto imperial", en el palacio provisional, Karigosho, donde vivía el entonces Príncipe, y al contrario de lo que pueda parecer, sus clases eran distendidas a la par que divertidas. "Él era una persona muy expresiva, nos reíamos mucho". Al final de cada clase "me ofrecían un té", y lo único que había que cumplir era "ir descalzos", como manda la tradición en el país nipón. 

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Florentino recuerda una de las anécdotas cuando llegó entusiasmado a su primer día de clase y comenzó a hablarle a su alumno de sus investigaciones sobre las relaciones de España con Asia, tema del que había escrito un libro, y "él, en cambio, empujaba sus manuales de español", dijo entre risas. "Estaba claro que lo que quería era aprender español lo antes posible". El catedrático reconoce las habilidades lingüísticas de Naruhito. "El emperador como alumno era muy empollón y estudiaba siempre todo lo que le pedía". Y añadió: "Él habla bastante bien, me dicen los diplomáticos que les fastidia mucho porque controla su nivel de español".

Nauruhito y Florentino congeniaron tan bien, que incluso éste le invitó a su boda con Masako el 9 de junio de 1991. A la pregunta de sobre qué se le regala a un emperador de Japón, la respuesta del profesor no pudo ser más divertida. "No lo sé, no le regalé nada", confiesa entre risas.