La reina Sofía no falta a la gran fiesta del rey Simeón de Bulgaria por su 80º cumpleaños

El monarca estuvo acompañado por su familia en una emotiva celebración que incluía un acto religioso y una cena

Por hola.com

Los anfitriones excepcionales se distinguen por los invitados excepcionales que reúnen en los grandes acontecimientos de la vida. Y Simeón de Bulgaria, que lo es y que puede jactarse de haber hecho grandes amistades siempre, donde fuera que se encontrase y especialmente en los países donde vivió durante el exilio, estuvo arropado cómo no por un gran número de ellos este viernes en la gran fiesta por su 80º cumpleaños: por su mujer, la reina Margarita, y toda su familia y por varios amigos de la realeza. La reina Sofía no ha faltado a su llamada tampoco esta vez, menos en la señalada ocasión que era, y ha acompañado al monarca, junto a su hermana Irene de Grecia, en una emotiva ceremonia en Bulgaria demostrando que los lazos que existen entre la Casa Real española y búlgara están muy bien anudados. 

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La catedral de Alejandro Nevski de Sofía, un imponente edificio ortodoxo con capacidad para 5.000 personas, fue el escenario del servicio religioso de acción de gracias del Patriarca de Bulgaria, que subrayó en su discurso que el rey Simeón ha demostrado "ser un buen hijo de la Iglesia y del pueblo búlgaro". Porque este Rey en el exilio, que estudió Derecho, que mantuvo sus negocios en su despacho madrileño y que formó una gran familia al lado de Margarita Gómez-Acebo y Cejuela, lleva Bulgaria por bandera en el corazón. Siempre albergó la esperanza de regresar a casa, un sueño cumplido con lágrimas de emoción al viajar en 1995 como turista, y de dar gloria a su país, que hizo realidad también en 2001 como fundador del partido Movimiento Nacional Simeón II, con el que se presentó a unas elecciones y salió elegido Primer Ministro de la República de Bulgaria. Un hito en la Historia protagonizado por un monarca.

Los suyos cerraron filas en la ciudad de Sofía para celebrar los ochenta años de vida (y de amor incondicional a Bulgaria) del monarca. Además de su mujer, se unieron a la oración y a la posterior cena su hermana, la princesa María Luisa, procedente de Nueva Jersey; su nuera Miriam Ungría, viuda de su hijo mayor, el príncipe Kardam de Tirnovo, fallecido en 2015 como consecuencia de las secuelas del gravísimo accidente de tráfico que sufrió en 2008; su hijo Kyril, Príncipe de Preslav; su hijo Kubrat, Príncipe de Panagiuristhe, y su nuera, Carla Royo-Villanova; su hijo Konstantin, Príncipe de Vidin, y su nuera, María García de la Rasilla, y su única hija Kalina, Princesa de Bulgaria, y su yerno, Kitín Muñoz, sin olvidar a algunos de sus once nietos. Desde la mayor, Malfalda-Cecilia de Sajona-Coburgo-Gotha y Nadal, hija del príncipe Kiryl y Rosario Nadal y princesa heredera de los escenarios, al pequeño Simeón Hassan Muñoz de Sajona-Coburgo-Gotha, hijo de la princesa Kalina y Kitín Muñoz y otro luchador nato como sus grandes referentes, su padre y su abuelo.

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Varios miembros de la realeza no quisieron perderse tampoco el especial brindis por el rey Simeón en el Palacio Real de Vrana, a las afueras de la ciudad, y junto a la reina Sofía y su hermana, la princesa Irene, le desearon feliz cumpleaños el príncipe Alexander y la princesa Katarina de Serbia; el príncipe Nicolás de Montenegro, el príncipe Leka de Albania con su esposa, la princesa Elia; la princesa Margarita y el príncipe Radu de Rumanía y los reyes Constantino y Ana María de Grecia a los que el protagonista del día saludó personalmente. Porque Simeón de Bulgaria se distingue por eso: por ser un anfitrión excepcional en compañía de muchos invitados excepcionales en los acontecimientos de la vida.

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