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El centro histórico de Serbia se ha convertido en el escenario de la primera boda real en décadas. El príncipe Mihailo Karađorđević, nieto del difunto rey Alejandro I y primo hermano del príncipe Alexander, el único hijo de Pedro II, último Rey de Yugoslavia, y por lo tanto pretendiente a la corona serbia, ha contraído santo matrimonio con Ljubica Ljubisavljevic en la Iglesia de San Jorge de Oplenac, en Topola, región de origen de la Familia Real y necrópolis de los miembros de la dinastía Karađorđević.
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La pareja, casada por lo civil en Londres, preparó con mucho mimo e ilusión su unión por la Iglesia en casa. Una ceremonia religiosa, oficiada por el obispo Irineo de la Diócesis del Este de la Iglesia Ortodoxa Serbia en los Estados Unidos, el obispo Pahomije de Vranje y el padre Petar Lukic, decano de Saborna crkva en Belgrado, y llena de tradiciones, que para mayor gloria sería la primera boda real en Serbia desde 1922, cuando el rey Alejandro se casó con María de Rumania. Coronaría su gran día un banquete nupcial, ofrecido por los príncipes herederos Alexander y Katherine, en el Palacio Blanco para todos sus invitados.
Un total de más de 300, entre miembros de la Familia Real, amigos de los Karađorđević y dignatarios nacionales y extranjeros. El príncipe heredero Alexander y la princesa Katherine con sus hijos, los príncipes Philip y Alison; la princesa Linda Karađorđević (madre del príncipe Mihailo); el príncipe Djordje Karađorđević (hermano del novio) y su esposa, la princesa Fallon Rayman; la princesa Isabel Karađorđević; el Presidente del Parlamento Nacional, Maja Gojkovic; el Ministro de Educación, Ciencia y Desarrollo Tecnológico de Serbia, Mladen Sarcevic, y los Embajadores de Gran Bretaña, Brasil, Congo, México, Myanmar, Canadá, Pakistán, Noruega, Turquía, Argentina, India, Azerbaiyán… y muchos otros brindaron por la felicidad de la pareja.
El príncipe heredero Alexander deseó a los recién casados una vida larga y feliz juntos: “Es mi deber y privilegio dar la bienvenida a Su Alteza Real la princesa Ljubica en nuestra casa, así como saludar a los padres de los novios, deseando y esperando que la buena suerte, la salud y las bendiciones de la familia acompañen al nuevo matrimonio y se establezcan en nuestros hogares, a través ellos y en ellos”, dijo en su discurso.
Ha sido una boda de tradiciones, pero también de innovaciones. Junto a la música tradicional de Serbia, un concierto de violonchelo por los ganadores de un concurso nacional puso las notas apasionadas al enlace y el menú nupcial, típico de la gastronomía tradicional serbia, fue regalo de bodas de varias empresas de restauración.
El príncipe Mihailo Karadjordjevic, hijo menor del fallecido príncipe Tomislav y de su segunda esposa, la princesa Linda, nació el 15 de diciembre de 1985 en Londres. Se crió en una zona rural, donde tuvo mucho tiempo para aprender acerca de la naturaleza. Regresó a los veinte años a Serbia y "se enamoró del país de sus antepasados, de su gente y de su espíritu", según reveló al diario serbio Svet. Y se quedó. Ahora se instalará cerca de Belgrado para dedicarse a las causas humanitarios, a los asuntos e intereses de su país en el mundo y a la crianza de caballos salvajes en medio de la naturaleza. Su princesa, que nació y se crió en Belgrado, donde completó su grado en Farmacia, seguirá dedicándose al márketing y escribiendo columnas sobre el cuidado de la salud y la piel. Pero con una nueva ilusión, una nueva vida juntos. Larga y feliz.
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