La llegada al mundo de este bebé supuso el fin del debate sucesorio abierto en Japón por la inexistencia de un Heredero varón que relevara al príncipe heredero Naruhito y su hermano, el príncipe Akishino, dado que en el país aún está en vigor la ley sálica y ninguno de los dos hijos del Emperador tenían descendencia masculina.
Una familia feliz
Además del pequeño Hisahito, las princesas Mako y Kako, de 16 y 12 años, convertidas ya en unas 'mujercitas', también acompañaron a sus padres en el posado oficial.
Su madre, de 41 años, que se mostró en todo momento muy sonriente, defendió el papel de la mujer en la sociedad: 'Espero que la gente entienda y dé el apoyo necesario para organizar mejor un entorno en el que las mujeres puedan trabajar mientras tienen una familia y crían a los niños, o volver al trabajo después de tomarse un descanso', explicó la princesa. La mayoría de las mujeres japonesas abandonan sus trabajos después de dar a luz, citando presión de sus jefes y falta de ayuda en casa como principales razones.