Pocos momentos unen tanto a la familia como dedicar unas horas en común a un juego de mesa. Y las tardes de otoño son perfectas para ello. Oscurece mucho antes, estamos más en casa y el tiempo en común se amplía. A través de los juegos, también se educa: en la espera, en la tolerancia a la frustración, en la empatía, en la toma de decisiones...
Es un excelente recurso para aprender y para pasarlo bien. Estas son algunas ideas de juegos para todas las edades que pueden servir también para ir completando la carta de los Reyes Magos.
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