La estimulación ovárica es quizás la parte más conocida de los tratamientos de fertilidad, por haber sido reflejada en la ficción de una manera un tanto alejada de la realidad. Se realiza al inicio del tratamiento y es un proceso en el que se estimula a la mujer, mediante una medicación de tipo hormonal, para que genere una ovulación múltiple. Abarca todos los días en los que la mujer debe inyectarse hormonas para aumentar ese número de óvulos. Esto conlleva un aumento de las posibilidades de éxito en el propio procedimiento de reproducción asistida, sea una fecundación in vitro (FIV) o una inseminación artificial. A priori, a mayor número de óvulos, mayor posibilidad de fecundación.
Sin embargo, esta técnica genera una percepción errónea (o no del todo acertado) sobre cómo se realiza este tratamiento, sobre los efectos secundarios y los cambios a nivel fisiológico que producen, que ha generado toda una leyenda en torno a ello. Para despejar las dudas, la Dra. Marisa Lacarcel, ginecóloga de las Clínicas EVA, especializadas en fertilidad, nos dice qué creencias son verdaderas y cuáles falsas.