La miositis aguda benigna infantil es un proceso patológico poco frecuente, transitorio y autolimitado que afecta a los niños en edad escolar (más a niños que a niñas) que, tras una infección respiratoria de las vías aéreas superiores, comienzan de forma súbita con dolor en extremidades inferiores y dificultad o imposibilidad para caminar. El origen de esta enfermedad es desconocido, pero se sospecha que se origina por un proceso inflamatorio agudo provocado por la invasión de los virus sobre el tejido muscular o por la inducción de un mecanismo inmunológico, por una reacción autoinmune del paciente, contra sus propios tejidos.
Los síntomas de la miositis infantil
De presentación aguda, con antecedentes de virasis previa, el niño se queja de dolor en la musculatura de las extremidades inferiores. Tiene debilidad, hipotonía muscular, hipersensibilidad y dolor a la palpación y a la movilización. Se niega a sostenerse de pie y a caminar. A veces se acompaña de fiebre.
A nivel analítico, la única alteración es la elevación a cifras muy altas de un enzima denominado creatinquinasa, superando a veces las 10.000 UI. En algunos casos se elevan también las transaminasas y la velocidad de sedimentación.
El diagnóstico diferencial de la miositis es de vital importancia, pues algunos de los cuadros clínicos con los que coincide son de suma gravedad
Cómo se diagnostica la miositis
El diagnóstico lo realiza el pediatra a través de la historia clínica, la exploración y, sobre todo, la analítica a través de las elevadas cifras de la creatinquinasa. En algunos casos, se utiliza la resonancia magnética para hacer el diagnóstico diferencial con otros cuadros similares más graves.
El diagnóstico diferencial de la miositis es de vital importancia, pues algunos de los cuadros clínicos con los que coincide son de suma gravedad. Larabdomiolisis, el síndrome de Guillain-Barre, la dermatomiositis, la polimiositis, las distrofias musculares y hasta el dengue, son enfermedades que pueden tener múltiples similitudes con la miositis benigna infantil.
¿Cómo se cura la miositis?
El reposo, la vigilancia del estado de hidratación y los antiinflamatorios no esteroideos (Ibuprofeno) suelen ser suficiente para los tres cuatro días de evolución. Si los síntomas se prolongan, pasados los diez días, se puede iniciar un tratamiento de rehabilitación para mantener los músculos y las articulaciones en buen estado.
Diremos, a modo de resumen, que la miositis aguda benigna infantil es un proceso poco frecuente, benigno y autolimitado que generalmente se resuelve en poco tiempo sin dejar secuelas. Ahora bien, al ser los síntomas alarmantes, tienen mucha similitud con cuadros neurológicos, autoinmunes o infecciosos graves; debe conocerse y tenerla en cuenta para así evitar sobreactuación, ingresos hospitalarios o exploraciones médicas invasivas.
Dermatomiositis: cómo diferenciarla de la miositis
Es una enfermedad reumática inflamatoria infantil que produce lesiones cutáneas características y una afectación de la musculatura estriada que se manifiesta por debilidad muscular proximal.
El cuadro clínico sintomático comprende la aparición de un exantema típico, debilidad muscular proximal simétrica, elevación de las enzimas plasmáticas musculares, alteraciones en el electromiograma y hallazgos positivos en la biopsia muscular con signos de inflamación crónica. Afecta más a las niñas entre los 8 y los 12 años de edad y los síntomas evolucionan muy lentamente, por lo que los diagnósticos suelen ser tardíos.
El tratamiento con prednisona mejora los síntomas en cuestión de semanas. Como la actividad natural de la enfermedad durará hasta 2-3 años, muchos reumatólogos programan una pauta terapéutica que incluya dosis bajas de esteroides, durante dos años en total.
El pronóstico de esta enfermedad ha mejorado notablemente, pues la mayoría de los niños se recuperan por completo. En escasas ocasiones se observa una evolución discontinua con fases de remisiones y exacerbaciones.





