Desde la entrada en vigor en el mes de abril de una nueva ley orgánica, las parejas que rompen deben intentar llegar a acuerdos sobre la gestión de la vivienda o el cuidado de los hijos, entre otros aspectos, antes de interponer una demanda judicial por vía contenciosa. Entramos en el terreno de la mediación familiar.
¿Cómo se lleva a cabo cuando hay hijos? ¿Qué ventajas puede tener para ellos si sus padres se divorcian? Nos lo aclara Gemma Fradera, abogada especialista en Derecho Matrimonial y de Familia, con 20 años de experiencia.
La mediación se aconseja en todos los casos de separación o divorcio, excepto en los casos de violencia doméstica o maltrato
¿Cómo es el proceso de mediación familiar ante una separación?
La mediación se aconseja en todos los casos de separación o divorcio (también cuando no hay hijos), "menos en los casos en que ha existido o existen situaciones de violencia doméstica o maltrato a alguno de los miembros de la familia", como aclara la experta. Es así porque "en estos casos, la víctima no se encuentra en igualdad de condiciones para poder mediar o negociar con su agresor, en igualdad de condiciones. En estos casos, la mediación está totalmente desaconsejada e incluso, en caso de producirse, se puede declarar nula", añade.
Cuando hay hijos, en el proceso de mediación se llevan a cabo entrevistas personales con cada progenitor y otras conjuntas entre ambos. Su fin es "llegar a acuerdos de cómo organizar el día a día de los hijos, sin que estos se vean en medio del conflicto. Es decir, los hijos quedarían al margen". Únicamente se les puede preguntar por sus preferencias en algunos casos, si son mayores de 12 años, pero generalmente quedan fuera de la mediación.
El profesional que se encarga de la mediación se ha formado en este campo, y de base puede ser psicólogo, trabajador social, abogado… aunque cuando está llevando a cabo la mediación no ejerce esa profesión de base. "Los mediadores están inscritos en los colegios de abogados, de psicólogos y también en los juzgados. Se puede pedir mediación en cualquiera de estos sitios", comenta Gemma Fradera.
Cada mediación puede prolongarse más o menos, dependiendo de lo que tarde la pareja en llegar a los acuerdos. Eso sí, la mediación se intenta, pero si se han realizado dos o tres sesiones conjuntas y no se ha llegado a acuerdos, "se puede dar por cerrada", y habría que intentar la vía judicial para ponerse de acuerdo sobre los términos de la separación.
¿Qué ventajas tiene para los hijos que sus padres acudan a un proceso de mediación?
"En los casos que los padres hayan realizado una mediación para acordar cómo gestionarán la dinámica familiar, después de la ruptura, es indudable que los más beneficiados son los hijos", recalca la abogada.
Hay que tener en cuenta que en este caso, los hijos "quedan al margen del conflicto y ven cómo sus padres, a pesar de vivir separados, tienen una relación conciliadora y pueden llegar a acuerdos en los aspectos que les afectan", sin que ellos estén por medio. "Esto evita conflictos de lealtades en los hijos" y facilita un desarrollo emocional adecuado cuando están con cada progenitor.
¿Qué sucede si no se cumplen los acuerdos de la mediación?
"Los acuerdos de mediación por sí solos son como un contrato entre las partes, si no se presentan delante de un juzgado para su aprobación. Para ello, es necesario la figura del abogado que presentará la demanda de mutuo acuerdo acompañando los acuerdos alcanzados en mediación", explica la experta. De esa manera, hay más respaldo y los padres no solo se comprometen entre ellos a lo acordado, sino también ante la Administración.
Esta homologación judicial posterior facilita que, en caso de incumplimiento por alguna de las partes, se pueda interponer una demanda de ejecución. "Si, el acuerdo no ha sido homologado judicialmente, se puede pedir su homologación al juzgado y solicitar que se cumpla con lo pactado en la mediación".
Pero ¿se pueden revocar los acuerdos de la mediación si las circunstancias cambian? Sí. Como señala la abogada, "los acuerdos llegados en mediación se pueden revocar pasado un tiempo, si cambian las circunstancias que dieron lugar a dicho acuerdo". Pensemos, por ejemplo, en un régimen de custodia que puede cambiar según el nuevo trabajo de alguno de los progenitores. En este caso, se puede pedir una nueva mediación que dejaría sin efecto los acuerdos de la mediación anterior.






