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Crianza

Lee Lima, experta en disciplina positiva: “No puede haber crianza positiva sin límites”


La experta explica cómo educar con respeto sin caer en la permisividad, el reto al que se enfrentan muchos padres hoy


Lee Lima, coach de familias y educadora de disciplina positiva© Lee Lima
9 de octubre de 2025 - 7:00 CEST

La crianza positiva no es respeto y amabilidad sin más. Son imprescindibles, sí, pero no suficientes. Es necesario poner límites y normas y, en ocasiones, para ello hay que mostrar firmeza. ¿Cómo conjugar firmeza con amabilidad?, ¿cómo poner límites de manera respetuosa a los hijos? Lo aclara Lee Lima, coach de familias y educadora de disciplina positiva, que ha sido ponente TEDx y profesora universitaria y que acaba de publicar Hijos educados en la crianza positiva. Un manual para acompañar a los niños de 3 a 9 años (Ed. RBA).

Le hemos preguntado por las pautas a seguir para educar a los hijos de manera respetuosa y por cómo hacerlo cuando papás y mamás no tienen todo el tiempo que les gustaría para disfrutar junto a sus hijos y estar más presentes

Los límites dan seguridad y claridad y, cuando estos no están presentes, no están claros o no se aplican de forma sana, se ve cómo los niños se sienten perdidos.

Lee Lima, coach de familias y educadora de disciplina positiva

¿Cuál es la base de la crianza positiva? ¿Qué es aquello que, sí o sí, deben cumplir aquellos padres que deseen criar a sus hijos de este modo?

La base de la crianza positiva es educar para la vida, fomentar las capacidades de los niños para que puedan resolver los retos y desafíos que en futuro vivirán como adultos.

En la crianza positiva contamos con el error como parte del aprendizaje, por lo que yo hablo muchas veces de la crianza positiva y realista, en la que los padres y madres se van a equivocar, pero lo importante acá es la actitud dentro de ese intentarlo hacer, la actitud en la relación con sus hijos. Una actitud positiva, que está enfocada a un “yo contigo”, lejos de un “yo contra ti”.

¿Hay unas pautas concretas, una “receta”, para criar de manera positiva?

No hay recetas, ya que las relaciones personales son complejas y hay muchas variantes de por medio: la educación que tuvieron los padres, su personalidad, la personalidad de sus hijos, el ambiente familiar, etc. Por eso tendríamos que crear una receta para cada familia, lo cual no sería viable.

Hablaremos entonces de los pilares para criar de manera positiva y de algunos conceptos claves que debemos tener en cuenta. En el libro los detallo con más profundidad y con ejemplos. Algunos de estos son: la importancia de cuidar la pertenencia de cada uno de los individuos convivientes, la familia como equipo y las relaciones horizontales en las que todos somos importantes, además del liderazgo emocional que ejercen los padres y madres dentro de la crianza.

¿Cuáles son los principios de la crianza positiva?

Los principios se basan en los fundamentos de la psicología de Alfred Adler, como son: el respeto mutuo, la igualdad y tratar a los niños con la misma dignidad y respeto que a un adulto. Estos son fundamentos que van a guiar a todos los miembros de la familia hacia el lado útil de la vida y que fomentan la cooperación y la contribución.

De forma específica, los principios dentro de la crianza positiva son:

  1. Enseñar habilidades sociales y de vida. 
  2. Entender el poder de la percepción y la interpretación. 
  3. Alentar y motivar.
  4. Fomentar la autonomía
  5. Educar con amabilidad y firmeza al mismo tiempo. 
  6. Fomentar el respeto mutuo. 
  7. Practicar primero la conexión y luego la corrección. 
  8. Fomentar la autoestima
  9. Reconocer el error como parte del aprendizaje.
  10. Usar el diálogo como parte de la comunicación familiar.
  11. Educar para ampliar el sentimiento de comunidad.
  12. Confiar en que cada individuo tiene los recursos necesarios para progresar.
Hijos educados en la crianza positiva. Un manual para acompañar a los niños de 3 a 9 años, de Lee Lima© RBA

¿Por qué el primero de esos principios es el de “enseñar habilidades sociales y de vida? ¿Es más importante que otros?

Este principio nos marca la hoja ruta, hacia donde vamos, además nos da claridad cuando dudamos si estamos aplicando correctamente la crianza positiva. La pregunta “¿esto que estoy haciendo con mi hijo o mi hija lo educa para la vida?” es de gran ayuda a la hora de aplicar cualquier recurso dentro de la crianza y a la hora de abordar los conflictos que genera la convivencia.

¿Cómo se enseñan esas habilidades, especialmente en aquellos niños menos sociables o con más dificultad para socializar?

En la crianza positiva no vemos lo que el niño o la niña es ahora, sino lo que puede llegar a ser. Vemos al niño y a la niña como un ser lleno de recursos y, por ello, se enseñan las habilidades que le valdrán para la vida y las usarán cuando más las necesite.

Los niños que actualmente reflejen menos sociabilidad también tendrán que relacionarse, ya que el ser humano es un ser social, por ello son habilidades muy valiosas para todos.

El comportamiento es un mensaje. Cuando un niño pega o insulta es porque siente que pertenece de esta manera y porque no sabe, en el fondo, cómo hacerlo diferente.

Lee Lima, coach de familias y educadora de disciplina positiva

Estar presentes en el día a día de los hijos es esencial, pero ¿cómo lograrlo cuando tanto padres como niños, unos por el trabajo y otros por las extraescolares y las horas de estudio, tienen una apretada agenda?

Esto es algo triste, más que nada porque todo esto lo decide el adulto o el sistema. Si le preguntamos al niño, estaría encantado con jugar y con tener la compañía de sus adultos de referencia. La realidad en muchos casos es otra, por lo que debemos aprovechar los momentos con tiempo de calidad; si son pocos, el tiempo que estamos con ellos, qué hacemos en ese momento (discutimos, les damos órdenes, les reñimos...). Cuando todo esto ocurre, no hay tiempo para el disfrute.

También sería interesante reflexionar sobre por qué es necesario esas agendas apretadas en el caso de los niños y sobre el poco tiempo para el disfrute en el caso de los padres.

¿Cuál es el papel de los límites en la crianza positiva?

Los límites en la crianza positiva son fundamentales, no puede haber crianza positiva sin límites porque estaríamos hablando de otra cosa.

Los límites en la crianza determinan el marco de movimiento, las reglas sociales y de convivencia. Los límites dan seguridad y claridad y, cuando estos no están presentes, no están claros o no se aplican de forma sana, se ve cómo los niños se sienten perdidos. Otra cosa a la que hay que poner el foco es límites sí, pero no en exceso.

¿Cómo establecerlos de manera respetuosa?

Hay que buscar un equilibrio y una flexibilidad razonable entre lo que se puede y no hacer. Los límites asociados con la seguridad y la salud no se negocian; los demás, depende del contexto, los valores y la etapa de desarrollo.

Madre pone límites a su hija© Getty Images

¿Qué pueden hacer aquellos padres que, pese a educar a sus hijos siguiendo en una crianza positiva y pese a hacerlo de manera adecuada, los niños muestran comportamientos disruptivos, pegan o insultan?

Lo primero, empezar por no verlo como un pesar. Lo segundo sería ver al niño que tenemos delante. Cada niño es único y, cuando logramos verlos de verdad (qué necesita, qué siente...), la mitad de las dificultades desaparecen, porque se sienten vistos y tomados en cuenta.

El comportamiento es un mensaje. Cuando un niño pega o insulta es porque siente que pertenece de esta manera y porque no sabe, en el fondo, cómo hacerlo diferente. Aquí está nuestra labor de educar con amabilidad y firmeza: amabilidad por respeto al niño y a la niña; firmeza por respeto al adulto y al entorno.

Señalas en el libro que la crianza positiva fomenta la mentalidad de crecimiento. ¿En qué consiste esta mentalidad y cómo la fomenta la crianza positiva?

La mentalidad en crecimiento es un término que en su día investigó y divulgó la experta Carol Dweck. Esta mentalidad nos ayuda a trabajar hacia adelante; no nos pone un techo, sino que nos abre un camino de posibilidades.

Desde la mentalidad en crecimiento se ve cómo las habilidades se pueden fomentar a través de la constancia, el esfuerzo y el aprendizaje. Dentro de la crianza positiva aplicamos esta línea como parte de la capacitación para la vida.

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