El virus respiratorio sincitial (VRS) pone en apuros, a veces muy graves, a muchas familias cada temporada invernal. Es el responsable del 80% de las bronquiolitis y las neumonías que se dan en recién nacidos y lactantes. Además, es un virus que puede ocasionar complicaciones graves a corto y largo plazo, con estancias hospitalarias en la UCI y en algunos desgraciados casos, con resultado fatal.
Desde la temporada 2023-2024, en España se ha instaurado una campaña de inmunización para proteger a todos los bebés menores de seis meses y a otros que cumplen determinadas condiciones. ¿Cuándo se pone en marcha? ¿Qué hay que tener en cuenta?
Un virus que ataca a lactantes sanos
El VRS tiene especial importancia en los recién nacidos, pues no tienen aún las defensas a pleno rendimiento. En niños con circunstancias especiales de salud, la vulnerabilidad es aún mayor. Por ejemplo, los prematuros y los menores de 24 meses que tienen algún problema de salud tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave.
No obstante, hay que tener en cuenta que "la mayoría de los que tienen que ser hospitalizados son lactantes previamente sanos", comentan desde el Comité de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría (AEP).
La temporada de inmunización del VRS
El virus respiratorio sincitial circula durante todo el año, pero está mucho más activo en la temporada otoño-invierno (de octubre a marzo), por lo que la inmunización se lleva a cabo en este periodo. No se trata propiamente de una vacuna, sino de un anticuerpo monoclonal (nirsevimab) que imita a los anticuerpos naturales que tendría el organismo frente a ese virus. Es un medicamento que se administra en una dosis única y que protege al lactante durante toda la temporada del VRS.
Tal como recomienda el Ministerio de Sanidad, estos son los niños que deben recibir esta inmunización:
- Menores de 6 meses: "Todos los nacidos entre el 1 de abril del año de comienzo de la temporada y el 31 de marzo del año de fin de temporada". La inmunización debe intentarse lo antes posible, lo más cerca de octubre. "Asimismo, los nacidos durante la temporada deberán recibir anticuerpo monoclonal de manera muy precoz (preferiblemente en las primeras 24-48 horas tras el nacimiento), debido a la mayor gravedad de la enfermedad de VRS en los primeros días de vida".
- Población infantil con alto riesgo de enfermedad por VRS: aquí están los prematuros de menos de 35 semanas (antes de cumplir 12 meses de edad cronológica); pacientes con cardiopatías congénitas; pacientes con displasia broncopulmonar; algunos casos de cirugía cardiaca y otros menores que tengan patologías de base que los predispongan a padecer bronquiolitis grave.
La eficacia de la inmunización contra el VRS
En toda España se estima que cada año hay entre 7.000 y 14.000 hospitalizaciones al año debido al VRS. La llegada del anticuerpo monoclonal específico para el VRS ha supuesto un antes y un después. Según datos del Ministerio de Sanidad, las hospitalizaciones evitadas en menores de un año podrían rondar las 10.000.
Gran parte de ese éxito se debe a que las coberturas de esta medida han sido muy altas. En las dos temporadas anteriores, la cobertura ha sido superior al 90%, lo que ha supuesto una efectividad del 80% frente a la enfermedad grave y la hospitalización en menores de un año.
Es un medicamento financiado por el Estado y cuya seguridad está totalmente probada. De hecho, según indica el Comité de Vacunas e Inmunización de la AEP, "las reacciones adversas notificadas con mayor frecuencia fueron el dolor en el lugar de vacunación, dolor de cabeza y dolores musculares. La mayoría de las reacciones fueron de intensidad leve a moderada y remitieron en los 2-3 días posteriores a la aparición".
La inmunización contra el VRS en el embarazo
Con la llegada de septiembre, arranca la recomendación de vacunación frente al VRS en el embarazo. Se administra entre septiembre y enero en embarazadas que están entre las semanas 24 y 36 de gestación (con preferencias entre las 32 y 36 semanas). El anticuerpo monoclonal no es el mismo que se usa con bebés. En este caso para gestantes se recurre a abrysvo.
"Administrar la vacuna a la madre durante el embarazo aumenta temporalmente sus niveles de anticuerpos y estos se transmiten al feto. Así conseguimos que el recién nacido esté protegido desde el primer día de vida, reduciendo hasta en un 70% el riesgo de bronquiolitis grave durante sus primeros seis meses", destaca el Dr. Santiago Novoa, ginecólogo de Policlínica Gipuzkoa.
Pese a la vacunación materna, se recomienda administrar nirsevimab al recién nacido en algunos casos. "Esto ocurre, por ejemplo, cuando el parto se produce antes de 14 días tras recibir la vacuna, ya que no ha habido tiempo para la transferencia de anticuerpos", añade. Cuando los bebés presentan más riesgo, como en la prematuridad o con sistemas inmunes debilitados también estaría indicado.
A diferencia de los bebés, la inmunización contra el VRS en la embarazada no está incluida en el calendario oficial de vacunación, por lo que tiene que ser la mujer junto con el ginecólogo que siga su embarazo los que decidan si en su caso está indicado o no ponérsela.