Las molestias y los dolores abdominales son síntomas de presentación habitual en la especie humana. En los niños son más frecuentes que en los adultos y las causas que los provocan pueden ser múltiples y variadas. Sin embargo, la mayoría de las madres piensan siempre en la apendicitis y en el riesgo de una posible intervención quirúrgica.
Muchos niños se quejan con frecuencia de dolor abdominal, generalmente por problemas de tránsito intestinal, porque tienen cólicos funcionales o por una causa tan simple como que no quieren comer. Las madres y los padres informados saben que el diagnóstico de apendicitis y, sobre todo, el pronóstico, es mucho mejor si se realiza precozmente y se ponen los medios para curarla lo antes posible.
Si la apendicitis se diagnostica tardíamente, la posibilidad de complicarse con peritonitis (rotura del apéndice infectada y salida de la infección a peritoneo) es mucho más alta y, por lo tanto, las complicaciones y el postoperatorio, mucho mas tormentoso.
Al comienzo del proceso, el dolor suele estar localizado en el centro del abdomen, pero a medida que la inflamación progresa se localiza en el lado derecho y se hace punzante y permanente
¿Qué es la apendicitis?
La apendicitis se define como la inflamación aguda del apéndice ileocecal como consecuencia de la infección e invasión de microorganismos bacterianos y la subsiguiente obstrucción de su luz por hiperplasia del tejido linfático con inflamación y supuración.
Síntomas de la apendicitis en niños
El síntoma que domina el cuadro clínico es el dolor abdominal. Al dolor le acompañan síntomas digestivos tales como los vómitos, muy persistentes, la ausencia de deposiciones y del tránsito intestinal y la fiebre.
Al comienzo del proceso, el dolor suele estar localizado en el centro del abdomen, pero a medida que la inflamación progresa se localiza en el lado derecho y se hace punzante y permanente.
Sin embargo, no todas las apendicitis son iguales, muy al contrario. En la mayoría de los casos el diagnóstico suele ser difícil y complicado por la diferente presentación de los síntomas, siendo en los niños muy pequeños y en los ancianos, donde se dan mayor número de diferencias.
Apendicitis, más común de lo esperado en niños
La apendicitis aguda es la causa más frecuente de abdomen agudo quirúrgico en el niño, representando más del diez por ciento de todas las urgencias quirúrgicas en los servicios de Urgencias.
¿Qué debemos hacer ante un dolor abdominal agudo?
- Reposo en cama.
- No tomar alimentos sólidos.
- Tomar solo agua en pequeñas cantidades.
- No tomar medicación espasmolítica.
- No tomar antibióticos.
- Consultar al médico.
¿Cómo saber si un niño tiene apendicitis?
El médico llega al diagnóstico de sospecha a través de la anamnesis y la exploración física del paciente. La palpación abdominal será metódica, cuidadosa y repetida tantas veces como sea necesaria.
Las pruebas analíticas de sangre (leucocitosis y desviación de la fórmula leucocitaria), las radiografías y, sobre todo, la ecografía abdominal, ayudarán de forma notable al cirujano a adoptar una decisión terapéutica.
¿Qué le pasa a un niño que tiene apendicitis?
El pronóstico de la apendicitis aguda es favorable siempre que el diagnóstico del proceso se haya realizado de forma precoz y la intervención quirúrgica se realizara sin pérdida de tiempo.
El diagnóstico tardío o la intervención quirúrgica con el proceso muy avanzado puede dar lugar a peritonitis. Igualmente el uso de antibióticos durante la enfermedad puede dar lugar a la formación de un absceso apendicular lo que dificulta el diagnóstico y, sobre todo, la intervención y el postoperatorio. Hoy en día, con los potentes y modernos antibióticos, las complicaciones como la peritonitis y el absceso peri apendicular evolucionan de forma más rápida hacia la curación definitiva.
¿Cómo se cura la apendicitis en los niños?
El tratamiento de la apendicitis aguda es siempre quirúrgico. La operación se conoce como apendicectomía y debe ser realizada por un cirujano experto a través de una pequeña incisión realizada a nivel del hemiabdomen derecho lo antes posible una vez realizado el diagnóstico. En la actualidad y en determinados casos, se utiliza la cirugía laparoscópica con resultados muy eficaces, menor riesgo de infecciones y postoperatorios más cortos.
La evolución postoperatoria está en relación directa con la duración previa del cuadro, siendo más larga y complicada si existió perforación o peritonitis.