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Tradicionalmente se asociaban los trastornos de salud mental a la población adulta y, en parte, así sigue ocurriendo en la actualidad, sobre todo porque siguen silenciados en gran medida. Sin embargo, los niños y los adolescentes también padecen ansiedad y depresión y otros trastornos mentales de mayor o menor gravedad.
Y no solo es que algunos sufran estos trastornos, es que las cifras son realmente preocupantes, pues la prevalencia de trastornos de salud mental en niños y adolescentes se sitúa en España en torno al 20%, según datos presentados en las VII Jornadas de Psiquiatría Infantil La mirada multidisciplinar y en red para las personas con trastorno mental grave, impulsadas por la Fundación AVA y el Servicio de Psiquiatría del Niño y el Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, el pasado mes de abril.
De ese porcentaje, entre un 4% y un 5% de los menores tiene una enfermedad neurológica grave. También hay más niños diagnosticados con autismo y con TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad). ¿A qué se debe este aumento? ¿Por qué hay tantos niños y adolescentes con algún problema de salud mental? Se lo hemos preguntado al Dr. Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y del Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, con motivo de las citadas las VII Jornadas de Psiquiatría Infantil.
La mayor edad paterna y materna influye en un mayor número de niños con patologías del neurodesarrollo
Cerca del 20% de los menores españoles tiene algún trastonor de salud mental y, de ellos, entre un 4% y un 5%, enfermedades neurológicas graves. ¿A qué se debe esta incidencia?
Un 20% de niños y adolescentes cumplen criterios para un trastorno mental, pero las dos de forma comórbida es un porcentaje bastante adecuado. Se han incrementado recientemente debido a varios motivos, entre ellos una mayor supervivencia de niños que previamente no lo hacían: grandes prematuros, niños con anomalías congénitas, etc., además la mayor edad paterna y materna influye en un mayor número de niños con patologías del neurodesarrollo.
© Getty Images¿Cuáles son los trastornos de salud mental y enfermedades neurológicas más comunes en menores de edad?
En cuanto a trastornos mentales, son los trastornos de ansiedad, trastornos del vínculo y trastornos afectivos. En neurología, la migraña y la epilepsia. No son las más frecuentes, pero están aumentando los trastornos del neurodesarrollo como los trastornos del espectro autista o el trastorno por déficit de atención o hiperactividad. Al final todas son enfermedades del cerebro, aunque tengan desencadenantes y factores de riesgo y resiliencia biopsicosociales.
¿Cómo detectar las primeras señales de un posible trastorno o enfermedad neurológica en bebés o niños pequeños?
En los más pequeños, fundamentalmente, por la falta de adquisición de los hitos evolutivos (sonrisa social, fijar la mirada, primeros bisílabos, deambular, control de esfínteres, relaciones sociales normativas etc.).
¿Qué ayuda necesitan estos niños?
Es absolutamente variable: desde atención temprana, logopedia, fisioterapia, rehabilitación, etc. hasta grandes cuidados en todas las áreas de la vida, dependiendo del grado de afectación, gravedad y cómo se vea afectada la funcionalidad. Muchas personas no se dan cuenta de que hay muchas familias que, cuando acaban su trabajo, los fines de semana y vacaciones se dedican a cuidar a grandes dependientes que viven con ellos en casa. No hay nunca descanso y eso se acaba pagando, en muchas ocasiones, con la salud mental de toda la familia.
La inclusión de profesionales de salud mental en el sistema educativo es la forma de conseguir reducir el constante incremento en la incidencia de trastornos mentales en población infanto-juvenil
En las VII Jornadas de Psiquiatría Infantil se destacó el papel de los programas de enlace con centros de educación especial. ¿En qué consisten estos programas y por qué son beneficiosos para estos niños?
Es fundamental implementar mecanismos de prevención en las escuelas, que es donde los menores pasan gran parte de su vida. La inclusión de profesionales de salud mental en el sistema educativo es la forma de conseguir reducir el constante incremento en la incidencia de trastornos mentales en población infanto-juvenil que se ha experimentado a nivel mundial estas últimas décadas. Facilitar la coordinación entre el sistema educativo y el sanitario cuando es necesario es otro de los objetivos de estos programas.
En la Comunidad de Madrid, gracias a Fundaciones como Alicia Koplowitz, Nemesio Diez, Mutua Madrileña o Zurich se cubren ya todos los colegios públicos y concertados de las áreas de los hospitales Gregorio Marañón y La Paz.
