El peso del niño es un parámetro de gran importancia para la valoración del desarrollo, la maduración y la salud a lo largo de sus primeros meses y años de vida. Tanto por exceso como por defecto, la evolución de su peso nos informará periódicamente de sus progresos, de sus avances o de sus retrasos. Ganar peso es una condición indispensable en el desarrollo normal de un bebé. Estancarse o perderlo es un signo de pronóstico reservado y que avisa de procesos patológicos que afectan al normal metabolismo, a la nutrición y al desarrollo orgánico del bebé.
Las madres dan mucha importancia al peso de su bebé. Preguntan por el percentil y por la ganancia, pues, no sin razón, asocian la ganancia de peso a una buena salud del bebé.
Evolución del peso del bebé en los primeros días, semanas y meses de vida
Si algo caracteriza a la infancia es su crecimiento y desarrollo. La ganancia de talla y peso debe ser una constante a lo largo de estos primeros años de vida. El recién nacido puede perder, en los primeros días de vida, el 5% de su peso al nacer, pero a partir de la primera semana comienza a ganar peso de forma continuada y estable.
Lo realmente importante en el desarrollo del niño, en lo que respecta a su peso, es que el aumento sea progresivo, sin desviaciones, estancamientos o parones prolongados y que esto se realice de forma continuada en el tiempo.
Estancarse o perder peso es un signo de pronóstico reservado y que avisa de procesos patológicos que afectan al normal metabolismo, a la nutrición y al desarrollo orgánico del bebé
En las primeras semanas de vida, la ganancia media de peso es de 25-30 gramos al día, bajando al segundo mes a 20-25 gramos al día.
Una regla fácil de recordar y muy aproximada es comprobar que: al quinto mes de vida, el bebé ha doblado el peso al nacimiento y que, al año de vida, lo ha triplicado. En un ejemplo práctico podríamos decir que, si el recién nacido pesó tres kilos al nacer, debería pesar seis kilos a los cinco meses y nueve kilos al año de vida.
‘¿Por qué mi bebé no gana peso?’
La ganancia de peso en el lactante sano es una característica individual que está íntimamente asociada a su metabolismo y a la herencia genética. Lo más importante en la evolución del peso del niño, aunque sea escaso, es que su aumento sea progresivo, sin desviaciones, estancamientos o parones prolongados. Las causas pueden ser las siguientes:
- Causas hereditarias y constitucionales. Es muy frecuente que, en determinadas familias, se den individuos delgados que, aun comiendo bien o muy bien, ganen peso con dificultad o lo hagan de forma lenta e insuficiente. Estos lactantes suelen tener temperamento nervioso, tienen muy poca grasa subcutánea y, en los percentiles, están entre el tres y el diez, pero ganan poco peso de forma regular y continua.
- Por alimentación insuficiente o inadecuada. Esta situación suele darse, a veces, en los lactantes alimentados con lactancia materna, pues en ocasiones la madre se confía y su producción láctea no cubre sus necesidades. Esta situación suele ser transitoria y fácilmente corregida. El manejo de las cantidades y el ritmo de alimentación del bebé con leches de fórmula debe ser guiado y vigilado por su pediatra.
- Por enfermedades metabólicas y del aparato digestivo. Pueden ser múltiples y variadas. Las malformaciones del aparato digestivo, las alergias alimentarias, los síndromes de malabsorción intestinal, las infecciones y muchas otras deben ser tenidas en cuenta cuando afectan a la ganancia de peso y diagnosticadas y tratadas por el pediatra, y en algunos casos por especialistas en nutrición infantil.
El peso del bebé bajo control, pero sin obsesiones
Ya hemos dicho que la evolución del peso del bebé tiene mucha importancia para su salud y su bienestar, pero no es conveniente obsesionarse, pues mientras gane peso regularmente no es necesario, ni mucho menos, que lo haga en exceso. A todas las madres les gustan los bebés redondos y con gran desarrollo del panículo adiposo, pues la belleza infantil la asocia precisamente a cierto grado de obesidad. Recordar que los bebés no son todos iguales, que sus características estéticas y metabólicas son diferentes y heredadas y que, a la larga, la delgadez no es síntoma de enfermedad, sino más bien un signo de futura buena salud.
La ganancia de talla y peso debe ser una constante a lo largo de estos primeros años de vida
¿Cuánto peso deben ganar los bebés?
Las cifras medias de peso que el bebé debe ganar durante los primeros 12 meses de vida son, aproximadamente, las siguientes:
- Primer y segundo mes: de 20-25 gramos por día.
- Hasta los 4 meses: de 100 a 200 gramos por semana.
- Hasta los 6 meses: de 100 a 150 gramos por semana.
- Hasta los 12 meses: de 50 a 80 gramos por semana.