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Doctor revisa la salud cardíaca de un niño© Getty Images

Salud

Arritmias en niños: ¿cómo detectarlas a tiempo y qué implica para la salud del pequeño?

Si los niños no reconocen sus propios síntomas ni saben expresar qué les ocurre, es muy difícil que el adulto con el que están averigüe qué les pasa ni que sepa cómo ayudarles


28 de mayo de 2025 - 7:30 CEST

En los lactantes y en los niños, la frecuencia y el ritmo cardíacos se encuentran sujetos a grandes variaciones. En los lactantes sanos, la frecuencia cardiaca puede variar, de 80 latidos por minuto durante el sueño a 160 latidos por minuto durante el llanto.

En los niños mayores, la frecuencia es más elevada que en el adulto, y es bueno recordar que esta se afecta notablemente por factores emocionales (incluyendo la exploración médica), pero en reposo oscila entre 80-90 latidos por minuto, pudiendo ser más elevada en algunos momentos del día, pero nunca debe sobrepasar los 120-140 latidos por minuto. Una frecuencia mayor debe ser objeto de una cuidadosa exploración.

¿Cómo podemos darnos cuenta que nuestro hijo tiene arritmia?

Las arritmias en la edad infantil dan pocos síntomas y, si estas no se acompañan de otros síntomas patológicos cardiorrespiratorios, es poco probable que percibamos nada anómalo. Sí es cierto que, en las consultas pediátricas de control y seguimiento, muchas madres encuentran el ritmo cardiaco del bebé “muy rápido” y preguntan si eso es normal.

La taquicardia supraventricular es la arritmia sostenida más frecuente en la infancia y puede causar síntomas graves si es duradera

Afortunadamente, con las actuales tecnologías, los estudios fetales previos al parto y los controles médicos normales durante el periodo neonatal, la mayoría de las arritmias son diagnosticadas, estudiadas y tratadas antes del alta hospitalaria de la madre y del recién nacido.

Cuando la arritmia aparece posteriormente, a lo largo de la infancia, suele ser el pediatra el que sospecha y avisa de esta alteración a los padres durante la exploración al niño en una revisión médica. En otros casos las crisis de arritmia son de aparición súbita; entonces pueden aparecer los siguientes síntomas, que pueden variar en gravedad, dependiendo de la intensidad de la arritmia: pulso rápido y acelerado, palidez, sudoración, vómitos, dificultad respiratoria y en ocasiones cianosis. En estas situaciones, la consulta a un especialista en cardiología pediátrica es necesaria e indispensable.

Doctora revisa el ritmo cardíaco de un bebé© Getty Images

Arritmias más frecuentes en los niños

  • Arritmia sinusal. La arritmia sinusal o arritmia sinoauricular es la más frecuente en los niños pequeños. Esta arritmia está provocada por la dinámica respiratoria, pues el ritmo cardiaco se acelera durante la inspiración y vuelve a la normalidad en la espiración. Aparece en casi todos los niños en algún momento de su desarrollo. No provoca ningún síntoma y desaparece con la edad. Solo se detecta a través de la exploración física con el fonendoscopio o en la realización de un electrocardiograma.
  • Extrasístoles. Las extrasístoles auriculares son frecuentes en los recién nacidos y en los lactantes y más raras en los niños mayorcitos. Por el contrario, las extrasístoles ventriculares son más frecuentes en los adolescentes. Estas no son peligrosas siempre que sean únicas y uniformes, nunca más de tres consecutivas. Desaparecen con el ejercicio y se observan en niños con un corazón normal.
  • Taquicardia supraventricular. La taquicardia supraventricular es la arritmia sostenida más frecuente en la infancia y puede causar síntomas graves si es duradera. Se caracteriza por una frecuencia cardiaca que ronda los 200 latidos por minuto. Esta patología debe ser manejada por cardiólogos especializados en arritmias. Los tratamientos van desde técnicas consistentes en aumentar el tono vagal, a la utilización de fármacos adecuados o a la implantación de un marcapasos.

Otras causas de arritmia cardiaca en los niños

Las arritmias en los niños pueden estar causadas por agentes externos, infecciones, fármacos y cardiopatías congénitas. Así, los antidepresivos, la digoxina, la efedrina, la cafeína, son fármacos que pueden dar lugar a arritmias. Las enfermedades infecciosas y postinfecciosas, como la endocarditis, la miocarditis, la fiebre reumática y otras, también las producen. Las miopatías y las miocardiopatías, las enfermedades tiroideas y los trastornos electrolíticos, así como las lesiones y anomalías estructurales de las cardiopatías congénitas, también pueden ser causa de arritmias.

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