Recién nacido sobre su madre en el paritorio©AdobeStock

Parto

Estos son los controles que se hacen al recién nacido en el mismo paritorio

Las circunstancias que rodean a un parto son muy variables, pero, si todo va bien, hay una serie de valoraciones que se hacen al bebé en el momento del nacimiento. ¿De cuáles se trata? ¿Qué se observa en ellas? ¿Por qué son importantes?

Gracias a la humanización de los cuidados neonatales, lo prioritario cuando el bebé nace es asegurar el contacto piel con piel con su madre en las primeras dos horas de vida, ya sea parto vaginal o cesárea. Este tiempo es el que se considera posparto inmediato. Eso si el parto ha transcurrido sin incidencias y el recién nacido está bien. Cuando hay algún problema, la reanimación y los cuidados médicos oportunos son lo más urgente.

Para conocer qué rutinas se llevan a cabo en la sala de partos con el recién nacido hemos consultado con Ana María Martín Casado, matrona del Hospital Universitario Príncipe de Asturias en Alcalá de Henares (Madrid) y docente del Máster de Gestión de Enfermería de la UNIR (Universidad Internacional de La Rioja).

El test de Apgar

El test de Apgar se realiza a todos los recién nacidos al minuto, a los cinco minutos y a los diez minutos del nacimiento. Se repite varias veces porque las circunstancias con la que nace el bebé pueden hacer que dé una puntuación baja en el primer minuto o, al contrario, puede que a los diez minutos se observe un peor estado sobre el que hay que actuar.

El test de Apgar mide cinco parámetros: el esfuerzo respiratorio del bebé, el tono muscular, el color de la piel, los reflejos y la frecuencia cardiaca. Cada una de esas categorías recibe una puntuación de 0, 1 o 2, de modo que el niño puede llegar a 10. Lo ideal es que se acerque lo más posible a una puntuación alta, entre 7 y 10. Si no fuera así, y la puntuación queda muy baja, el bebé puede necesitar alguna maniobra de reanimación que valorará el equipo médico.

“El test de Apgar se realiza también con el bebé sobre la madre”, destaca la matrona.

La importancia del llanto

Con el primer llanto del niño en su vida extrauterina se pone en funcionamiento una maquinaria decisiva: sus pulmones cogen aire y ya no dependerá de la placenta para el suministro de oxígeno; será autónomo en la respiración si todo va bien. Cuando el bebé nace con un llanto vigoroso, puede estar encima de su madre, piel con piel. Si no es así y cuesta que se produzca ese llanto espontáneo, se procede en los primeros segundos “poniéndole una toalla con calor encima de su madre”, explica la experta.

Si el llanto no arrancara, ya sería necesario llevar a cabo una reanimación, para lo cual hay unos protocolos establecidos por la Sociedad Española de Neontatología (SEN).

Hace un tiempo, a los recién nacidos se les aspiraban las secreciones en el paritorio, pero esta práctica ya no se realiza por protocolo. “Únicamente puede estar indicada en casos concretos como que haya aspiración de meconio”, apunta Ana María Martín Casado. Y en ese caso se emplearía una intubación específica.

Tampoco se les baña. Únicamente se les limpia de forma superficial y se les coloca un gorrito en la cabeza, ya que pierden mucho calor por esa zona.

Bebé sobre su madre en el paritorio©AdobeStock

¿Cuándo se les pesa y se les mide?

La tendencia actual es dejar al bebé sobre el pecho desnudo de su madre, piel con piel, durante dos horas. Es la mejor forma para ayudar a su adaptación al mundo extrauterino, para regular su temperatura, para fomentar el vínculo entre ellos y para favorecer el inicio de la lactancia materna, pues en las dos primeras horas el recién nacido está en un periodo de alerta activa y puede engancharse bien al pecho, ya que luego quedará más adormilado.

Así, se pesará y medirá (longitud total y circunferencia de la cabeza) cuando hayan pasado esas dos primeras horas en que han estado la madre y el bebé juntos. Se hará ya en la habitación, en lo que se denomina hospitalización. A no ser que haya habido separación de la madre por algún motivo, en cuyo caso, las rutinas son diferentes.

“Si el niño nace muy pequeño o muy grande, sí se suele pesar antes, ya que puede haber hipoglucemias que hay que controlar”, aclara la experta.

En algunas maternidades, la inyección de vitamina K y la pomada oftálmica se le ponen nada más nacer el bebé, pero “en otras se espera a la hospitalización, cuando ya está en planta, para no interferir con la lactancia”, destaca.

La identificación del bebé y el pinzamiento de cordón

La identificación neonatal se produce nada más nacer el bebé. Se toma una huella de su pie o de una mano y se deja plasmada en un documento. Luego la madre y el niño reciben una pulserita que será lo que los identifique como madre e hijo. Todo esto se puede realizar con el bebé sobre el pecho de su madre, sin separarlos.

La pulsera de ambos lleva el mismo código, que es también el que se pone a la pinza del cordón umbilical. “Se hace nada más nacer para evitar problemas de identificación, sobre todo si hay separación de madre e hijo”, recalca la matrona. Hay otro sistema, en que la filiación se establece con una gota de sangre, pero no se ha generalizado aún.

Con respecto al cordón umbilical, la recomendación de la Sociedad Española de Neonatología es que se opte por un pinzamiento tardío. “El pinzamiento tardío del cordón (al menos un minuto) debe ser la estrategia de elección en recién nacidos a término (RNT) y prematuros (RNPT) de cualquier edad gestacional, nacidos por vía vaginal o cesárea, que no requieran reanimación inmediata”, declara la SEN.


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