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Niño con impétigo© Adobe Stock

Salud

¿Qué es el impétigo y cómo se contagia?

Se trata de una enfermedad contagiosa que afecta a la piel y que afecta con mucha más frecuencia a los niños que a los adultos


29 de abril de 2025 - 16:00 CEST

El impétigo es una enfermedad infecto-contagiosa de la piel que puede aparecer a cualquier edad, pero que se presenta con mucha más frecuencia en los niños, y que afecta a las estructuras de la epidermis. Es la infección cutánea más frecuente en los niños, es altamente contagiosa y está producida por dos grupos diferentes de bacterias. Su incidencia se ve influida por el clima (más en climas húmedos y cálidos), la estación del año (más a finales del verano y principios del otoño) y la higiene.

¿Cómo se contagia el impétigo?

La infección está producida por dos tipos diferentes de bacterias: el estreptococo beta hemolítico y el estafilococos aureus. Estas bacterias dan lugar a dos cuadros diferentes de impétigo: el impétigo clásico o convencional y el impétigo bulloso.

La entrada de estas bacterias en la epidermis se ve favorecida por la humedad y el calor y por la existencia de una pérdida de la continuidad de la piel, como lesiones mínimas, pequeños traumatismos, heridas, erosiones y picaduras. El contagio se realiza por contacto directo con las secreciones o por el uso compartido de toallas, ropas de vestir o de dormir, y todo ello favorecido por una higiene deficiente.

El contagio se realiza por contacto directo con las secreciones o por el uso compartido de toallas, ropas de vestir o de dormir, y todo ello favorecido por una higiene deficiente

¿Cómo identificar el impétigo?

Aunque puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, el impétigo más frecuente se localiza en la cara, alrededor de la nariz y de la boca, y también en manos y brazos. Las manifestaciones clínicas son diferentes cuando las produce una u otra bacteria, así:

  • El impétigo clásico, producido por el estreptococo, se manifiesta con una pápula diminuta, que de forma progresiva se hace vesicular, luego en forma de pústula y, finalmente, desarrolla la costra dorada característica. Estas lesiones son indoloras aunque suelen presentar intenso picor. Duran de siete a diez días. El rascado frecuente hace que aparezcan otras nuevas lesiones distribuidas en otras partes de la superficie cutánea. La mayor frecuencia de este impétigo se da en niños en edad preescolar, sobre todo, en aquellos que presentan diversas lesiones de la piel o han tenido contacto con otros niños ya infectados. El lavado frecuente de manos y la higiene de las uñas ayuda a prevenir su aparición.
  • El impétigo bulloso, está producido por el estafilococo aureus. En este tipo de impétigo las ampollas son de aparición más temprana y más grandes. Están llenas de un líquido claro que rápidamente se hace turbio y tienden a diseminarse rápidamente por la superficie cutánea. Evoluciona de forma más llamativa, las ampollas se rompen rápidamente y se secan sin la formación de escaras y costras, dando la impresión de una escaldadura o de una rozadura. La incidencia de este tipo de impétigo es más baja que la del producido por estreptococos. Los síntomas son similares, con mucho picor y escaso dolor.
Niña con impétigo© Adobe Stock

¿Cómo se cura el impétigo?

El tratamiento con pomadas y ungüentos de aplicación tópica, con antibióticos y antisépticos suele ser eficaz, pero no siempre solucionan el problema, ni las recidivas. Con frecuencia es necesario el uso de antibióticos orales en tratamientos de 7 a 10 días de duración para resolverlo. 

La prevención se debe fundamentar en una buena higiene, con duchas frecuentes y lavado de manos más frecuentes. Es recomendable el uso de jabones y geles antisépticos y de toallas individuales y lavado de ropa de vestir y de cama. Mantener cubiertas las lesiones, cortar bien las uñas y evitar el rascado también son buenas medidas de prevención.

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