Recién nacido dormido©AdobeStock

Bebés

¿Qué es la mancha mongólica en el recién nacido?

Algunos niños nacen con una mancha de color gris o azulada que suele alertar a los padres. Se la conoce con varios nombres: mancha mongólica, mancha azulada, mancha de Baltz y, en términos medicos, melanocitosis dérmica congénita. ¿Qué implica?

La mancha mongólica es una de las alteraciones de la piel más frecuentes que se pueden presentar tanto en el momento del nacimiento como aparecer en las primeras semanas de vida. Es más frecuente en niños de raza negra y en orientales, de ahí su denominación, y es menos común entre caucásicos, aunque también se puede dar.

De hecho, como señala la Dra. Carmen Pérez Ruiz, dermatóloga del Hospital Vithas Málaga, su prevalencia en la raza caucásica (piel blanca), está en torno al 1%. Hemos hablado con ella para que nos descubra en qué consiste esta alteración.

Una mancha gris-azulada en la piel

La mancha mongólica es una lesión cutánea en forma de mancha gris-azulada que suele aparecer al comienzo de la vida del bebé y que se localiza, sobre todo, en la zona lumbo-sacra (al final de la espalda) y en la zona glútea. Lo más importante es que suele ser benigna y “su tamaño puede oscilar desde pocos centímentros hasta los 20 cm”.

Pero ¿por qué se produce? Es un proceso que arranca desde las primeras semanas de embarazo. Así lo explica la experta: “Los melanocitos son las células que dan el color a la piel. En condiciones normales, su localización es la epidermis, que es la capa más superficial de la piel. Durante la semana décima de gestación, estas células llegan a la dermis, que es una capa más profunda de la piel, y luego migran a la epidermis que, como hemos dicho, es su lugar normal, y otras se desactivan y desaparecen solas antes del nacimiento”, señala.

Cuando esto no ocurre, y los melanocitos persisten en la dermis (se quedan más profundos), por un efecto conocido como Tyndall, se ven de color azulado, dando lugar a lo que conocemos como mancha mongólica.

Bebé con mancha mongólica en zona lumbo sacra©AdobeStock

¿Es una mancha preocupante?

“Con el paso de los meses-años, estos melanocitos acaban desapareciendo de forma espontánea, llevando a la resolución de la mancha”, tranquiliza la dermatóloga del Hospital Vithas Málaga.

Por este motivo, “no es una mancha que requiera un seguimiento estrecho, más allá de los controles rutinarios de salud de un niño sano, pues no es una lesión que malignice, y tiende a la resolución espontánea durante la infancia”, aclara.

Las que no suelen desaparecer y permanecen incluso en la edad adulta, son aquellas cuya coloración es más oscura, tienen unas dimensiones mayores de 10 cm, son múltiples y no están localizadas en la región lumbo-sacra.

hay que prestar más atención a este tipo de manchas cuando se presenta en localizaciones no habituales, fuera de la zona lumbo-sacra. En esos casos, el pediatra hará una vigilancia más estrecha de la evolución de la misma. También hay que estar más atentos si son lesiones múltiples, que aparecen en distintas zonas o si son de gran tamaño.

De igual forma, cuando estas manchas se relacionan con “otros signos o síntomas patológicos en la exploración del bebé”. En todos estos casos anteriores, estaríamos ante lo que se conoce como manchas mongólicas aberrantes. “Habría que estudiarlas más en profundidad, pues un porcentaje de ellas se asocian a síndromes más complejos, que podrían revestir mayor gravedad”, advierte la dermatóloga.

Entre esos síntomas más complejos relacionados con la mancha mongólica están algunos errores congénitos del metabolismo. Los dos más frecuentes son la gangliosidosis GM1 y la mucopolisacaridosis tipo I (enfermedad de Hurler). Estos diagnósticos se pueden considerar ante recién nacidos con manchas mongólicas de gran extensión, oscuras y múltiples, especialmente si están asociadas con hipotonía (bajo tono muscular) y visceromegalias (aumento de los órganos internos localizados en el abdomen, como riñones, páncreas, hígado, bazo o estómago).


¿Se pueden confundir con maltrato infantil?

En los hospitales hay protocolos de detección de maltrato infantil siempre que un bebé o un niño acude con síntomas que podrían ser compatibles con este. En el caso de la mancha mongólica, estamos hablando de una lesión de tipo azulado, que se asemeja a un hematoma.

Pero, a diferencia de la lesión que se presentaría ante un caso de maltrato infantil, con la presencia de hematomas, la mancha mongólica no muestra cambios en su coloración, es indolora en la exploración y puede tardar varios meses en desaparecer. Todos estos datos son fundamentales para no errar en el diagnóstico o en la apreciación.

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