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Salud

¿Ya no hay casos de sarampión y varicela?

Son dos enfermedades muy contagiosas que, de no ser por las vacunas, generarían un alto índice de mortalidad

Sí, los pediatras todavía vemos algunos casos de varicela y de sarampión, pero gracias a las vacunas, mucho más espaciados, pues estas dos enfermedades son ya muy infrecuentes, casi excepcionales en la práctica médica diaria. La varicela y el sarampión son dos enfermedades infecciosas, altamente contagiosas, encuadradas desde siempre en el grupo de enfermedades exantemáticas propias de la infancia. Ambas tienen un tratamiento preventivo muy eficaz a través de las vacunas incluidas en el calendario vacunal y gracias a estas vacunas, los casos de sarampión son muy escasos y casi siempre en adolescentes o adultos jóvenes y los casos de varicela han disminuido de forma notable.

La necesidad de las vacunas

Las vacunas son una forma artificial de crear inmunidad activa en nuestro organismo, ante determinadas enfermedades. A través de la inoculación de toxinas, bacterias muertas o virus vivos atenuados, no virulentos, en dosis fraccionadas y ordenadas en el tiempo, se consigue que el organismo fabrique las defensas necesarias para obtener un nivel de inmunidad eficaz contra todas las enfermedades infecciosas que están incluidas en el calendario de vacunaciones.

Esta estrategia se realiza a lo largo de la infancia entre los dos meses y los catorce años. Esto es debido a que la competencia inmunológica del bebe, del niño y del adolescente, se van formando y madurando a lo largo del tiempo, para llegar a la edad adulta protegidos contra graves enfermedades infecciosas, que si no fueran por las vacunas generarían un alto índice de morbilidad y mortalidad en los primeros años de vida.

Las vacunas son uno de los principales fundamentos preventivos de la medicina moderna. Disminuyen de forma evidente la mortalidad infantil, aumentan la esperanza de vida de la población y siguen siendo un pilar básico sobre el que se asienta la salud, el bienestar y la calidad de vida de las sociedades evolucionadas.

El seguimiento del calendario vacunal lo deben realizar el médico de familia o el pediatra y debe hacer constar, por escrito en una cartilla los datos pertinentes a la vacunación, fecha de vacunación y persona que la realizó, laboratorio y lote al que pertenece la dosis vacunal.

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La varicela, casi inexistente tras las medidas frente a la Covid-19

La varicela es una enfermedad infecciosa aguda muy contagiosa producida por un herpesvirus, que es el virus de la varicela-zoster. Afecta sobre todo a los niños entre los 4 y los 10 años, con más frecuencia a finales del invierno y en primavera. El periodo de incubación es de 14 días y la enfermedad se manifiesta con la aparición de lesiones cutáneas que comienzan en el tronco y se extienden hacia cabeza y extremidades en forma de pápulas, pasan a vesículas, estás se rompen y ulceran y al final acaban con una costra. Estas lesiones afectan a la piel, al cuero cabelludo y a las mucosas. Se acompaña de fiebre, afectación del estado general y picor. Es una enfermedad de carácter leve, pero que se complica con cierta frecuencia. Es más grave en recién nacidos, en adultos y en organismos inmuno deprimidos.

  • La vacuna. En nuestro país, a partir del año 2000, la AEP (Asociación Española de Pediatría) recomienda la vacunación con dos dosis, a los 15 meses y a los 4 años. En algunos casos dudosos de vacunación previa, puede ponerse una dosis de rescate a los 12 años de edad. La vacuna monocomponente de la varicela, es una vacuna de virus vivos atenuados que produce una eficaz respuesta defensiva, con anticuerpos de larga duración. En el año 2017 el número de casos de varicela ya era inferior a los 100.000 casos anuales. En el 2022, y debido a las medidas preventivas para la Covid19, el número de casos de varicela fue mínimo, casi inexistente.

Sarampión y vacuna

El sarampión es una enfermedad infecciosa aguda y epidémica producida por un Paramixovirus, que es el virus del sarampión. Es muy contagioso. El periodo de incubación alcanza los diez días y se manifiesta al inicio por tos, rinitis y conjuntivitis. A los dos o tres días aparece el exantema que puede ser petequial o hemorrágico y que comienza en la cabeza y desciende a lo largo del cuerpo. Se acompaña de fiebre alta y grave alteración del estado general. Pueden aparecer ganglios linfáticos inflamados, dolor de oídos y neumonía.

  • La vacuna. La vacuna del sarampión va incluida en una vacuna triple vírica, para el sarampión la parotiditis y la rubéola. (MMR, por sus siglas en inglés). La vacuna contiene virus vivos atenuados. Se recomienda la vacunación en dos dosis, a los 12 meses y la segunda a los cuatro años. Es una vacuna muy eficaz. Su efectividad es superior al 95%. Además previene la aparición de la panencefalitis, una grave enfermedad de virus lentos, provocada por el sarampión.