Niña pequeña con un regalo de Navidad en la mano©AdobeStock

Niños

‘Mi hijo ha descubierto el secreto de la Navidad, ¿qué hago ahora?’

La Navidad para los más pequeños es también ilusión por los regalos que les llegan de personajes mágicos como Papá Noel o los Reyes Magos. Pero llega un día en que ese misterio se resuelve. ¿Cuál es la mejor forma de reaccionar?

Hay pocas ilusiones tan fuertes y tan mantenidas en el tiempo como la de los regalos que llegan a los hogares por Navidad. Para los niños es un modo de conectarse con la magia del ‘todo es posible’, una estupenda vía para integrarse en su mundo de sueños e imaginaciones donde la realidad tiene otra dimensión.

Sin embargo, ya sea porque lo descubran por sí mismos o porque otros se lo revelen, antes o después llega el temido día por los padres de que ese secreto se desvanece. Elena Notario García, psicóloga infanto-juvenil, nos ayuda a saber de qué manera enfrentarse a este momento.

Cuando el niño es muy pequeño y cuando es más mayor

La ‘noticia’ puede llegar a los niños en cualquier momento, especialmente si tienen hermanos o amigos mayores que ya conocen el secreto. Pero la forma de abordarla es diferente dependiendo de la edad. “Cuando son muy pequeños habrá que explicarles que los Reyes Magos no pueden llegar a todos los niños y que recurren a otras personas para que todos disfruten de un regalo”, aconseja la experta. Es bueno hacerlo así porque por debajo de los ocho años se encuentran aún en la etapa del pensamiento mágico y lo mejor es adaptar la información a esa circunstancia.

Más adelante, entre los ocho y los once años, es habitual que los niños por sí mismos comiencen a hacer preguntas. Es así porque están desarrollando el pensamiento abstracto y esto hace que no vean posible que esa situación sea cierta. En esta etapa ya no hay que mentirles. “Daremos una respuesta que no implique el final de la ilusión sino un cambio. Le explicaremos que es una tradición que hace que los más pequeños disfruten del misterio, la sorpresa y la fantasía y que los más mayores tengan la ilusión de satisfacer al otro y como símbolo de agradecimiento”, destaca Elena Notario. Eso sí, y muy importante, “a partir de ese momento se convertirá en cómplice, participando de preparar ese momento especial y compartirlo con los demás”, subraya.

Por qué esperar hasta que lo descubran por sí mismos

Cada niño tiene un ritmo propio de desarrollo y no conviene anticiparse a este. Por eso, hay que advertir al entorno de que respeten sus ilusiones y no revelen nada antes de tiempo.

Muchos niños comienzan a hacer preguntas y a sospechar en cuanto van cumpliendo años. Cuando los padres les niegan lo que están preguntando, “llegada cierta edad confirmarán sus sospechas, debido a ese razonamiento que madura y a ciertos comentarios de sus iguales”, destaca la psicóloga. En ese momento,  algunos pueden sentirse engañados y esa sensación puede menoscabar la confianza en sus padres. En este sentido, Elena Notario recalca que no es bueno mentir sino adaptar lo que se les cuenta para que la ilusión no se pierda. Si el niño ya es mayor, el tema puede abordarse en el momento concreto en que él demande esa necesidad de información.

Madre e hija contándose un secreto en Navidad©AdobeStock

Saber el secreto sin perder la ilusión

“Es habitual sentirse decepcionado ante una mentira”, afirma la experta. Pero que el niño haya descubierto el secreto no tiene por qué significar que la ilusión se haya terminado para los siguientes años. Es tarea de los padres buscar la fórmula para que la magia continúe de una u otra manera y crear el ambiente familiar propicio donde siga habiendo ilusión por los regalos y las sorpresas.

Una forma muy efectiva de conseguirlo es “haciéndolos partícipes de la preparación para sus hermanos o para el resto de la familia”, recomienda la psicóloga. Así, pueden ocuparse de algún regalo o de incentivar el ambiente especial con los más pequeños. Es una forma de hacerles sentir importantes y de que vean como una ventaja ese paso ‘al otro lado’ que acaban de dar.

También se les puede contar cómo se ha preparado la noche especial otros años, dónde se ocultaban los regalos... En definitiva, toda la preparación y el misterio de la noche más mágica del año. Así comprenderán que los padres siempre se han preocupado de que se mantuviera la ilusión en casa. Es importante enseñarles el significado y cómo los progenitores se han centrado en la felicidad de los demás para seguir manteniendo la tradición que ahora les toca también a ellos conservar viva.


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