Mamá cuidado cordón umbilical de bebé©AdobeStock

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5 curiosidades sobre el cordón umbilical del recién nacido

El cordón umbilical es el nexo de unión entre la madre y el bebé y tiene un papel muy importante durante el embarazo y también durante el parto. Descubre todos estos datos curiosos que seguramente no sabías.

El cordón umbilical es uno de los grandes protagonistas del embarazo y es que, como la gran mayoría sabemos, es el nexo de unión entre la mamá y el bebé. Exactamente, para definirlo de una forma más correcta se trata de “un conducto flexible que une al feto con la placenta y cuya función es realizar el intercambio de gases y nutrientes del bebé con la placenta a través del mismo”, nos explican Irene Peñalver, Ginecóloga y Rocío Villen, Matrona de Mumuki Lactancia (@mumukilactancia).

Asimismo, podríamos decir que el cordón umbilical comunica a la mamá con la placenta, y se desarrolla en el primer trimestre de embarazo. Es el encargado de proveer al feto de todos los nutrientes que necesita, así como de llevarle sangre oxigenada, pero para saber un poco más acerca de estas funciones las expertas nos cuentan otros de los datos más curiosos del cordón umbilical.


1.Las venas y arterias del cordón umbilical

Las ginecóloga y matrona nos cuentan que “el cordón umbilical está compuesto por 1 vena y 2 arterias que transportan la sangre desde la placenta al feto y viceversa. En nuestro cuerpo, las arterias transportan la sangre oxigenada (con oxígeno) a todos los tejidos y órganos del cuerpo y las venas transportan la sangre no oxigenada (con dióxido de carbono) hasta los pulmones para ser desechado”. En el caso del cordón umbilical los vasos sanguíneos “trabajan al contrario”, explican:

  • La vena umbilical va desde la placenta al feto y transporta la sangre oxigenada y los nutrientes para el bebé.
  • Las arterias umbilicales van desde el feto a la placenta y transportan los deshechos del feto hasta la placenta.

2.Pinzamiento del cordón umbilical

Seguramente habrás oído hablar del ‘pinzamiento del cordón umbilical’ pero todavía no sabes muy bien qué quiere decir esto. La ginecóloga y la matrona nos dicen que “cuando los bebés nacen, el cordón umbilical continúa latiendo y pasando sangre desde la placenta hasta el bebé durante unos minutos. Esto permite que el bebé continúe recibiendo oxígeno por el cordón umbilical mientras se adapta a la vida extrauterina y comienza a respirar”.

Además, estos últimos latidos del cordón umbilical “permiten devolver al bebé toda la sangre que queda en el cordón (la cuál pertenece al bebé) y así este puede comenzar su vida con unos niveles de sangre y hierro mayores (por lo que las reservas de hierro con las que nacen le duran más meses)”, aseguran.

Cuando todo el ‘circuito’ termina de vaciarse y de pasar la sangre al bebé, el cordón umbilical se vacía y se colapsa solo. “Es por este motivo que los cordones umbilicales no se deberían de cortar hasta que terminen de latir o estén colapsados, al menos que exista una razón de peso para hacerlo”, argumentan las expertas. Y añaden: “En los partos extrahospitalarios no asistidos por matronas o ginecólogos/as, no se debería de pinzar y cortar el cordón umbilical hasta llegar al Centro Sanitario donde se realiza en mejores condiciones. La placenta se puede desprender y salir del útero de la madre (alumbrar) sin haber cortado previamente el cordón umbilical”.

3. Circulares de cordón

Es normal ver en muchas ocasiones a bebés dentro del útero enrollados con el cordón umbilical y, al contrario de lo que se piensa, esto no tiene por qué traer ninguna complicación. Según nos comentan las expertas: “Cuando los bebés son pequeños dentro del útero, se mueven mucho y dan muchas vueltas, por lo que muchas veces ‘se lían’ con el cordón umbilical y este se queda enganchado rodeando alguna parte del cuerpo del bebé: mano, pierna, abdomen, cuello, etc. Cuando el cordón se queda alrededor del cuello, se llama ‘circular de cordón’, cuando el cordón se queda alrededor del hombro y el abdomen, se llama ‘bandolera’”, explican.

Pero hemos de saber que “los bebés dentro del útero ‘respiran’ por el cordón umbilical, por lo que no es peligroso que este, esté enrrollado en el cuello. De hecho, el 30% de los bebés nacen con circulares de cordón, bandoleras, cordón enrrollado al pie, etc… y cuando están fuera se desenrrolla”, aseguran las sanitarias, por lo que no hay un mayor peligro. Por todo esto: “No es necesario ni está justificado cortar el cordón umbilical cuando sale la cabeza del bebé (aunque esté muy apretado) y mucho menos hacer una cesárea porque en la ecografía se ha visto que existe una circular de cordón”, dicen.

Bebé recién nacido con cordón negro©AdobeStock


4.Gelatina de Wharton

Otra de las curiosidades que seguro que no sabías es que “el cordón umbilical está rodeado por un tejido gelatinoso llamado ‘gelatina de Wharton’. Esta sustancia gelatinosa protege a los vasos sanguíneos para que los cambios de presión en el cordón no interrumpan el flujo de sangre a través de ellos”, indican las expertas.

5.Cuidados del cordón umbilical

Y, por último, tenemos que hablar sobre cómo realizar de forma correcta los cuidados del cordón umbilical. Es normal ver cómo el cordón umbilical que queda en el bebé se va secando después de su nacimiento y se va poniendo de color negro “lo que indica que evoluciona correctamente”, especifican.

Lo más importante durante estos días hasta que finalmente se caiga es “vigilar que no supura ni aparece un olor muy fuerte y desagradable; en este caso habría que consultar con el pediatra para descartar una posible infección en el cordón”, advierten.

Para el cuidado correcto del cordón umbilical la matrona y ginecóloga nos dicen que “se debe lavar con agua y jabón diariamente y secar bien posteriormente con una gasa, dejándolo siempre al aire para favorecer que esté lo más seco posible. El cordón umbilical no se debe envolver con una gasa y se debe dejar siempre por fuera del pañal del recién nacido, y estar limpio y seco”.

Una de las dudas más habituales en los papás es saber cuándo se caerá el cordón umbilical, a lo que las expertas responden: “Normalmente se cae entre el día 5-10 de vida, pero, ¡hay casos descritos que han tardado hasta 2 meses en caerse! Si tarda más en caerse pero no existen signos de infección, no hay que preocuparse y continuar realizando los cuidados del cordón hasta que se desprenda”.

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