Madre dando el pecho a su bebé©AdobeStock

Bebés

¿Por qué los bebés de pecho pueden pasar varios días sin hacer deposiciones?

Cuando el niño toma lactancia materna exclusiva puede estar varios días sin hacer ninguna deposición. Esto no tiene por qué significar que está estreñido. Conviene saber que puede suceder para no tomar decisiones inconvenientes

Con el bebé, especialmente si es el primero, todo es nuevo, y algunas circunstancias que son normales pueden preocupar a los padres. Es el caso de las deposiciones en niños que toman pecho. Hay veces en que los pequeños se pueden pasar varios días sin manchar el pañal y esto no es estreñimiento. Saberlo puede evitar la inquietud de los progenitores y, sobre todo, llevar a cabo algunas intervenciones que son innecesarias y que pueden perjudicar al bebé más que ayudarlo.

Para saber cómo actuar hemos recurrido a Anna Manubens Riera, matrona y experta universitaria en lactancia materna en LactApp (www.lactapp.es).

Varios días sin manchar el pañal

El ritmo en las deposiciones de los bebés que toman lactancia materna va cambiando según pasan los días, desde la primera caca, el meconio, que tiene una consistencia (muy densa y pegajosa) y una tonalidad tan característica, parecida al petróleo. De hecho, a partir de esa primera caca, que el personal de enfermería controlará, todo puede variar. Así, en la primera semana de vida, “el número de deposiciones debe ir creciendo hasta llegar a unas 4-5 al día y el color pasar del verde oscuro al mostaza”, explica la experta.

Después de esos primeros siete días de vida extrauterina, lo habitual es que el recién nacido haga deposiciones de color mostaza a diario, “entre 3 y 5 al día de un tamaño similar al volumen de una cuchara sopera”, indica la matrona.

De hecho, hay niños que hacen deposiciones en cada toma, especialmente en las primeras semanas de vida, y esto también es completamente normal. “Los bebés tienen un reflejo llamado ‘reflejo gastrocólico’ con el que el colon se activa en el momento en que el estómago está lleno. Por eso es tan habitual que a los pocos minutos de inicio de la toma, los bebés hagan deposiciones”, comenta.

Es cuando cumplen un mes de vida cuando aparecen los cambios más grandes, pues el ritmo defecatorio se modifica y “tan normal es que lo hagan en cada toma como que tarden días en hacerla”, detalla Anna Manubens.

Madre cambiando de pañal a su bebé©AdobeStock

¿Cuándo hablamos de estreñimiento?

El estreñimiento no se define por los días en que el bebé pasa sin hacer caca sino por la consistencia de las deposiciones. Así, aunque pase varios días, incluso acercándose a la semana sin manchar el pañal, no tiene por qué estar estreñido. “Si ves a tu bebé tranquilo y cuando hace las deposiciones estas son más bien líquidas o con algo de consistencia, estarían dentro de la normalidad”, indica la especialista de LactApp.

Lo que caracteriza al estreñimiento, tanto en bebés como en adultos, es que las deposiciones son duras (y frecuentemente secas). “Habitualmente se muestran incómodos con la situación y, a veces, su salida puede molestar”, destaca la matrona. Así, el término estreñimiento siempre ha de considerarse en relación a la consistencia de las heces y no al número de días con falta de deposición.

Sabiendo esto, los padres pueden estar más tranquilos y no recurrir a ‘soluciones’ innecesarias para el bebé que, en ocasiones, incluso pueden conllevar riesgos o comportar otros problemas.

¿Por qué tienen este ritmo defecatorio?

Este ritmo defecatorio distinto, en que los niños de pecho pueden estar varios días sin hacer caca tiene su explicación y se debe a varios factores.

“La lactancia materna es más digerible y facilita el ritmo intestinal. La leche artificial, en cambio, puede modificar la flora bacteriana y puede hacer cambiar el color, la textura y la cantidad de las deposiciones”, aclara Anna Manubens Riera.

Esto será así durante los primeros seis meses en que el bebé tome lactancia materna exclusiva, tal como recomienda la OMS (Organización Mundial de la Salud) y las principales sociedades pediátricas mundiales, como la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Academia Americana de Pediatría.

A los seis meses de vida se inicia la alimentación complementaria y ahí el bebé puede cambiar enormente su rutina defecatoria. “Según lo que comen, el olor, la textura, la cantidad puede cambiar y también es cuando es más fácil que haya episodios de estreñimiento”, advierte la matrona.

Ante estos episodios de verdadero estreñimiento no hay que recurrir a métodos tradicionales como el bastoncillo de algodón para estimular el esfínter anal. Se debe consultar con el pediatra para que revise qué puede estar pasando y ajuste la alimentación al niño.

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