El embarazo, el parto, la menopausia, la práctica de algunos deportes de impacto o simplemente, el paso de los años (entre otras causas) son algunos de los problemas que afectan directamente a la estética y funcionalidad de la vagina, la zona vulvar y el suelo pélvico. La ginecoestética es una reciente especialidad de la ginecología que se utiliza para la solución de estas alteraciones de la salud íntima femenina, y que también está directamente relacionada con la mejora de la calidad de vida de la mujer.

“La ginecoestética, junto con la ginecología regenerativa, es una rama de reciente aparición dentro de la ginecología, que deriva de la ginecología tradicional más su fusión con técnicas de la cirugía plástica y estética, junto con los tratamientos más innovadores en el área de la medicina regenerativa”, nos cuenta la Dra. Luciana Bergamaschi (@dralucianabergamaschi) responsable de la Unidad de Ginecología Regenerativa, Estética y Funcional de Dexeus Mujer.

El objetivo de la ginecoestética es, según nos sigue explicando la doctora: “Ayudar a todas las mujeres que por diferentes motivos desean restaurar la funcionalidad de su zona genital o mejorar su aspecto estético. Por ejemplo, tras los tratamientos de cáncer de mama la zona vaginal puede quedar muy afectada, aquí utilizamos las técnicas de regenerativa. Otras mujeres tienen problemas de escapes de orina después del parto. Otras sufren dificultades por dolor específico en la zona genital. Intentamos dar respuesta a todas estas necesidades además de la estética, cuando esta es una preocupación”. Además, la doctora asegura que la mayoría de los tratamientos que realizan “no son quirúrgicos, no necesitan quirófano y las pacientes vuelven a su vida habitual inmediatamente”.

¿Desde cuándo la ginecoestética es una tendencia?

“El interés en este campo ha crecido muchísimo en los últimos años. Contamos con un aval científico cada vez más importante en esta área de la medicina. Además, las mujeres están más informadas y empoderadas, por lo que reclaman más atención en esta esfera cada vez con mayor frecuencia. Nuestra unidad de ginecología regenerativa y funcional crece muy rápidamente gracias a los resultados que estamos obteniendo”, asegura la experta.

Hoy en día, las mujeres se sienten mejor consigo mismas cuando se sienten bien con su salud íntima y, por supuesto, con su cuerpo. Y es que la ginecoestética no solo trata problemas de salud femenina, sino que permite mejorar la calidad de vida de las pacientes. “Hoy en día no solo buscamos estar sanos, sino también tener calidad de vida. Este es nuestro campo de acción. Nuestra misión es mejorar la función genital para que la sexualidad sea plena en cualquier etapa de la vida de la mujer. Ninguna mujer debería aceptar tener dolor en sus relaciones sexuales o avergonzarse de sus genitales. El acompañamiento en la esfera sexual más los tratamientos tanto de ginecoestética como de regenerativa, nos brindan herramientas muy importantes y en constante desarrollo”, reivindica la ginecóloga.

Y, por supuesto, los tratamientos de ginecoestética también están directamente relacionados con el posparto e indicados, entre otros casos, para la mejora del tono muscular del suelo pélvico que puede verse dañado por el embarazo, la sensibilidad del mismo y su posterior efecto en las relaciones sexuales, la mejora de cicatrices derivadas de episotomías o cesáreas que todavía provocan dolor, o simplemente, por motivos estéticos.

¿Cuándo está indicada la ginecoestética?

Como ya hemos visto no se trata tan solo de un problema de salud sino de empoderar a la mujer con la mejora de su seguridad y calidad de vida en distintos aspectos. Pero, además, existen algunos casos concretos que a nivel médico está indicada la ginecoestética, que son:

• En mujeres que han tenido un parto reciente y notan sus relaciones sexuales menos placenteras, con dolores en cicatrices, aumento de la vagina…
• En pacientes jóvenes con pérdidas de orina al hacer esfuerzos como estornudar, toser, correr…
• Mujeres con sequedad vaginal.
• Mujeres con pérdidas de orina severas.

Casos a los que, la experta añade más ejemplos: “Después de un parto suele haber más problemas de escapes de orina, cicatrices dolorosas o sensación que la vagina ha quedado muy relajada. Por otro lado, en la menopausia los problemas suelen ser diferentes, sobre todo, se da la sequedad vaginal, escapes de orina y dolor en las relaciones sexuales. También tratamos a muchas mujeres que debido a los tratamientos oncológicos necesitan recuperar la funcionalidad de sus genitales. Además, y esto pasa a todas las edades, algunas mujeres se sienten incómodas con sus genitales por su color o su forma o porque debido a cambios de peso han perdido volumen en la zona. Otras tienen enfermedades que afectan la zona genital como el liquen escleroso, vulvodinea, vaginismo o infecciones de repetición y también para ellas hay soluciones”, concluye la experta.