Esta será una edad marcada por la ‘ansiedad por separación’ y es que tu bebé no querrá separarse de mamá mi un segundo. Ir a hacer un recado, recoger la casa o incluso ir a por un vaso de agua a la cocina, se convertirán en tareas casi imposibles de hacer sola porque el pequeño querrá estar siempre pegado a ti. Es una etapa más que ha de pasar, ya que tiene que ver con el apego, ese vínculo tan intenso, duradero y especial que se crea entre padres e hijos. También verás cómo tu bebé ya puede hacer “la pinza” y empezará a intentar ponerse de pie apoyándose en algún soporte.
Según la Organización Mundial de la Salud, el bebé de ocho meses puede medir entre 64 y 75 cm y pesar entre 6,5 y 10,5 kg. “Cualquiera de estas medidas es normal y se encuentran dentro de los percentiles 3 y 97. No va a ser igual de grande un bebé con padres que miden más de 180 cm a uno pequeño de padres que miden 160cm”, nos explica Carla Navarro, fisioterapeuta especializada en maternidad y pediatría (@fisio.materno.infantil).
¿Qué hace mi bebé de ocho meses?
Es una etapa en la que las diferencias entre bebés son abismales: “Habrá algunos niños que estarán empezando a ponerse de pie, en cambio otros estarán comenzando con el gateo. Además, la mayoría presentará un aspecto regordete y achuchable que dan ganas de comérselos a bocaditos”, comenta divertida la fisioterapeuta.
Aunque cada bebé tenga su propio desarrollo, existen una serie de hitos que deberían comenzar a lograrse una vez iniciado el octavo mes de vida. Habrá niños que tarden más en conseguirlos, pero hay que controlarlo y estimularles (sin obligarles) a realizar estos movimientos. Según nos cuenta la experta, los bebés deberían ir consiguiendo:
¿Cómo han evolucionado sus movimientos?
Los bebés de ocho meses siguen descubriendo el mundo desde la boca. Todo lo que llegue a sus manos acabará chupeteándolo. Además, “Cada día sigue mejorando la audición, así es cómo empezara a reproducir los sonidos que escuche de mamá y papá”. Puedes probar a hacer algún ruido como las típicas “pedorretas” para que él también las haga o jugar al juego del ‘cucú tras’, para que aprenda las expresiones e interjecciones y las imite.
La fisioterapeuta nos asegura que pasar tiempo boca abajo sigue siendo fundamental para que el bebé mejore su gateo y recomienda que: “Para favorecerlo es mejor intentar que esté descalzo y sin calcetines, el mayor tiempo posible, para que sus pies vayan trabajando. Y es importante no colocar los juguetes que le estimulen a su alcance, ni muy lejos para que no se frustre”.
¡Ten en cuenta!
La ansiedad por separación, ¿cómo gestionarla positivamente?
Como apuntábamos al principio, esta es una etapa en la que tu bebé tendrá la conocida coloquialmente como ‘mamitis aguda’. Dejarle en la guardería será un suplicio, incluso a veces, puede llorar estando con papá. ¡No hay que inquietarse! Es una época complicada que pasará y es que es cuando el bebé: “Empieza a entender que es un ser distinto a la madre y que cuando ésta se aleja, va a perder su figura de protección. Es una etapa bastante dura si la madre trabaja y tiene que alejarse del bebé durante unas horas. Todavía no ha terminado la ‘exterogestación’ y necesitará del contacto contigo para seguir descubriendo el mundo de manera segura. Es muy aconsejable el porteo”, nos cuenta la experta.
Las posibles soluciones para gestionar estos momentos tan angustiosos para el pequeño, que inevitablemente le toca vivir (y a ti también), son: llevarle contigo el máximo tiempo posible, dejarle al cuidado de personas conocidas, despídete siempre de él y dile que volverás a buscarle, salúdale cuando vuelvas y le ayudará el juego del escondite o del ‘cucú tras’ (reiteramos su importancia en esta época), para que sepa que siempre vas a volver.
¡Le encantará imitarte!
El bebé te imitará y eso será una señal de que es capaz de controlar sus movimientos. Ya se mantendrá sentado solito y te mostrará una gran conexión a la hora de pasar tiempo juntos, ¡le encantará! Prepárate para reír porque también intentará imitar todo lo que dices y haces: “¡Tírate al suelo a jugar con él! En esta etapa, son esponjas y la mímica les encanta. Gatea y desplázate delante de él para que vea cómo se hace. Podéis jugar a imitar animales, dependiendo de la fase del gateo que se encuentre: reptación, cuadrupedia sin desplazamiento, cuadrupedia con desplazamiento… Si quieres saber cómo puedes favorecer su desarrollo, los fisioterapeutas pediátricos somos los indicados para darte esas pautas acordes al desarrollo motor de tu bebé”, asegura Carla.