Durante el embarazo los requerimientos de hierro aumentan debido a las necesidades de desarrollo del bebé y de la placenta, así como por el aumento de glóbulos rojos en la embarazada, pero cuando el aporte no es el suficiente es cuando puede producirse la anemia.

Existen varios factores favorecedores de la aparición de anemia durante la gestación. “El principal es el déficit de hierro, ya que en el embarazo y más aún en los últimos meses del mismo, el volumen sanguíneo de la mujer experimenta un incremento lo que supone mayor cantidad de este elemento para generar más hemoglobina, la proteína encargada del transporte de oxígeno en los glóbulos rojos. Únicamente con la dieta no siempre se consigue cumplir con este aumento de necesidades (hasta un 50%) y por ello se desencadena este problema”, nos cuenta el doctor Juan José Velacoracho, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Rey Juan Carlos de Madrid.

Además de esta causa principal, “existen otros factores que pueden influir en el déficit de hierro como pueden ser unos niveles bajos de ácido fólico o la vitamina B12”. Y, “otro posible origen de la anemia es la existencia de enfermedades genéticas como la talasemia en la mujer u otro tipo de patologías crónicas. Por último, en el caso de que se produzcan sangrados abundantes y repetitivos durante el embarazo también puede ser un factor causal de esta patología”, detalla el doctor.

Aunque también cabe destacar que existen otros factores de riesgo que predisponen a esta situación de anemia como:

• Embarazos muy seguidos
• Sangrados abundantes con la menstruación antes del embarazo
• Malnutrición
• Vómitos durante el primer trimestre
• Embarazos múltiples…

Los síntomas de falta de hierro en el embarazo

Reconocer el problema o detectarlo de forma prematura es crucial para que el embarazo se desarrolle sin problemas. Algunos de los principales síntomas que pueden aparecer en la mujer son:

• Astenia, debilidad.
• Mareos
• Palidez de piel y mucosas
• Caída del cabello y debilidad de las uñas
• Cefaleas
• Irritabilidad

El doctor además, advierte que que esta situación puede tener más implicaciones además de los propios síntomas cuando se da en una mujer embarazada ya que:

• Puede aumentar la probabilidad de que se produzca un parto pretérmino (antes de las 37 semanas de gestación), con las complicaciones que ello conlleva para el recién nacido
• Sobre todo si la anemia se prolonga durante la lactancia, puede favorecer la presencia de una anemia en el niño/a durante los primeros meses
• Cabe la posibilidad de que también exista cierta asociación con bajo peso en el recién nacido.

¿Qué hacer en caso de anemia?

“Una vez que ya se ha instaurado la anemia el tratamiento, siempre que la causa sea el déficit de hierro, que como indicábamos es el más frecuente, es el aporte de suplementos de hierro. Normalmente esta medida se lleva a cabo con diferentes formulaciones farmacéuticas que se administran por vía oral aunque existen casos especiales en los que por problemas de absorción y también si la anemia es severa, se puede administrar dicho aporte por vía intravenosa con resultados más rápidos”, explica el ginecólogo.

¿Por qué los suplementos de hierro producen náuseas en las embarazadas?

Es frecuente que las personas que necesitan tomar suplementos de hierro sientan náuseas o mareos. En el caso de las embarazas, estos síntomas se agravan más. Esto se produce debido la composición de los fármacos y el doctor nos explica el por qué: “Normalmente la forma farmacéutica que se suele recomendar para el tratamiento es el sulfato ferroso, una sal de hierro que tiene una absorción irregular y muy incompleta a lo largo del tubo digestivo. Este hecho, unido a que normalmente recomendamos tomarlo en ayunas (porque incrementa su absorción, sobre todo si se acompaña de algún elemento ácido y rico en vitamina C), favorece la aparición de síntomas como pirosis o dispepsia. En ocasiones, estos síntomas ya aparecen de base en la gestante por las alteraciones de volumen y motilidad que produce en el aparato digestivo el aumento de tamaño del útero”. Y continua: “Actualmente existen más formulaciones para este aporte de hierro y normalmente aunque pueda ser preciso probar con varias, todas las pacientes encuentran alguno con una buena tolerancia”.

No te lo pierdas: Por qué necesito tomar hierro en el embarazo

Cómo prevenir la falta de hierro en el embarazo

Una dieta sana y equilibrada será la mayor forma de prevención de la anemia en el embarazo con la que se cumplan los requerimientos de este mineral en cada momento. Durante la gestación se realizan diversos análisis para detectar entre otras cosas esta patología y actuar en consecuencia de forma rápida. El doctor Velacoracho igualmente indica una dieta rica en: “Carnes, pescados, mariscos, hígado, huevos, frutas ricas en vitamina C (naranja, kiwi), verduras de hoja verde (espinaca, acelga) y /o legumbres. Además de esto, la mayoría de los complejos vitamínicos/ alimenticios que se aportan durante la gestación contienen una cantidad de hierro que va entre el 50% y el 100% de lo que precisa una gestante”, afirma.