Niños con gorro de Papá Noel cocinando©AdobeStock

Alimentación

Menú de Navidad: ¿qué platos no deberían tomar los niños?

Las fiestas navideñas conllevan muchas celebraciones en torno a la mesa. Cuando hay bebés y niños pequeños en la familia hay que revisar el menú para no ofrecerles platos inadecuados o que puedan resultar un peligro para ellos.

La cena de Nochebuena, la comida de Navidad, la víspera de Año Nuevo... el calendario de estas semanas está repleto de reuniones que tienen en la comida a una gran protagonista. Celebrar y reunirse en torno a la mesa es una de las tradiciones más arraigadas en nuestra cultura y cada familia suele preparar un menú típico que se repite año tras año.

Los más pequeños participan de esta costumbre, pero conviene saber qué alimentos pueden y no pueden tomar para evitar riesgos en fechas tan señaladas.

Marisco y otros platos típicos

Hay distintos platos que se sirven tradicionalmente en Navidad, pero que para los más pequeños pueden suponer algún riesgo.

Marisco

Una de las salvedades más importantes que hay que hacer en relación a los niños y el menú navideño es la del marisco. “Se debe evitar en el primer año por peligro de atragantamiento”, advierte Adriana Oroz Lacunza, especialista en nutrición y dietética, en Pamplona. El problema es que el marisco tiene una textura muy peculiar a la que no suelen estar acostumbrados los más pequeños y que puede darles problemas a la hora de deglutirlos.

Además, como ocurre con cualquier alimento, las fechas señaladas no son las más adecuadas para probarlo por primera vez. Si hubiera una reacción alérgica y el niño ha tomado distintas cosas, sería más difícil determinar cuál ha sido el causante y, además, la reunión familiar quedaría totalmente empañada.

Pescados

Tampoco es aconsejable el pescado azul de gran tamaño por su alto contenido en mercurio. Es el caso del pez espada o emperador, el atún rojo, el tiburón (cazón, tintorera, marrajo...) y el lucio. Las recomendaciones actuales insisten en que se debe evitar totalmente en el caso de embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y niños menores de 10 años. Los niños entre 10 y 14 años pueden tomar, como máximo, 120 gramos de este tipo al mes. Por lo que en caso de que esté presente en el menú navideño habría que tener en cuenta estas consideraciones.

Carnes

Con respecto a la carne, hay que tener especial cuidado con la que está poco hecha, pues el niño pequeño se puede encontrar con más dificultades en la masticación, pudiendo esto suponerle un problema. Igualmente si la carne está rellena hay que cerciorarse de que esos alimentos son aptos tanto por alergias como por tamaño y consistencia para los más pequeños.

Aperitivos

Con respecto a los aperitivos, los que pueden presentar más riesgo es el jamón serrano, por el mismo riesgo de atragantamiento, y otros alimentos pequeños como las aceitunas, cuyo tamaño puede provocar algunos sustos. Lo mejor es cortarlas longitudinalmente para los más pequeños (al igual que se debe hacer con las uvas) y elegir siempre variedades sin hueso.

Hay que extremar también la vigilancia con los frutos secos, que solo se aconsejan molidos (ni enteros ni a trozos) hasta que el niño cumpla cinco años. Además, pueden resultar muy alergénicos.

Niño con gorro de Navidad sentado a la mesa©AdobeStock

Dulces navideños, ¿dónde está el límite?

Uno de los mayores atractivos en la mesa los días de Navidad son los dulces típicos. “Deben ser alimentos de consumo puntual, por lo que hay que ofrecer a los niños dosis coherentes y limitar el acceso a los mismos durante periodos amplios”, explica la experta de www.dietista-nutricionista.com.

No hay problema en que tomen turrones (adaptados a su edad), mazapán, chocolates o mantencados, pero eligiendo los días típicos y no poniéndolos a su disposición durante más de un mes. “No es aconsejable tener los turrones a simple vista todos los días”, advierte.

“Cuando por parte de los padres hay una compra poco consciente y se produce una acumulación de excesos, el niño puede también coger unos kilos en estas fechas, al igual que les pasa a los adultos”, subraya.

Un menú de Navidad saludable para los más pequeños

Una de las metas a plantearse en familia de cara a las comidas de Navidad es ajustar las raciones. “En general, son menús saludables, pero en los que se ofrece demasiada cantidad de alimentos y hay un déficit de verduras”, indica Adriana Oroz (@adristylelife, en Instagram).

Así, sus recomendaciones para hacer más saludables estos menús serían:

  • Presencia de vegetales en los entrantes.
  • Incluir verduras (al horno es una magnífica opción).
  • Moderar las cantidades.
  • Añadir fruta. “El niño debe saber que la fruta y la verdura pueden estar también presentes en comidas de este tipo; así, se pueden incluir de forma atractiva y ambientada en la Navidad (timbales de frutas, arbolitos navideños, lasaña de verduras, ensaladas originales...)”.
  • Optar por agua. “Es importante desvincular el alcohol de las celebraciones. Se puede celebrar con otra cosa que no sea brindando y el niño debería verlo así. Por ello, hay que ofrecer agua principalmente en estas comidas”, apunta. Y, por supuesto, los menores no pueden tomar alcohol ni aunque sea en una ocasión especial.