Herpes labial infantil.©AdobeStock

Salud

Herpes labial infantil, ¿consecuencia de un resfriado?

Aunque muchos de nosotros pensamos que su aparición se debe a una bajada de defensas o un resfriado, lo cierto es que se trata de una infección causada por un virus que es contagioso.

Cuando los niños comienzan la guardería o sus primeros cursos de preescolar, además de todas las nuevas experiencias que se lleva, también aparecen las primeras enfermedades, infecciones y bacterias para los que aún no están preparados y que les obliga a quedarse en casa unos días. Una de las infecciones que, a partir de los 5 años, puede darse de forma más frecuente de lo que nos imaginamos es el herpes labial.

También llamado ampolla febril o herpes oral, éste se manifiesta como pequeñas ampollas que se forman alrededor de la boca y de los labios, aunque puede extenderse hacia el mentón, las mejillas o la nariz. Pasados algunos días, lo más normal es que empiecen a supurar, formar una costra y, por fin, al cabo de un par de semanas, curarse por completo. Aunque el curso clínico está más o menos claro, solemos asociar su aparición a un resfriado o bajada de defensas, cuando la realidad es que es una infección causada por un virus. De ello nos habla la Dra. María Isabel Lostal Gracia, especialista en pediatría del Centro de Salud Amparo Poch en Zaragoza. Es bastante habitual y, con la llegada del frío, debemos aprender a reconocerlo para ponerle remedio.

¿Qué es y que causa el herpes labial en los niños?

El motivo por el que aparece herpes labial, nos cuenta la Dra. María Isabel Lostal, “es por el contagio de un virus herpes simple (VHS-1) que suele comenzar como una o varias pequeñas ampollas en la zona de los labios y la boca y que, en ocasiones, se puede extender hacia la cara o la nariz”. La mayor parte de los niños, antes de cumplir la edad de 6 años, “ya han tenido contacto con él, por lo que la mayoría de nosotros estaría infectado”.

Entonces, ¿por qué aparece? Nos explica la doctora que “aunque consigamos elaborar una inmunidad frente a él, creando lo que conocemos como defensas, el virus se queda con nosotros; no produce ningún síntoma, pero en determinadas circunstancias, se reactiva”. De esta forma, aparecen esas calenturas que llamamos, es decir, el herpes labial.

Las circunstancias por las que aparece no están del todo claras, nos confiesa la doctora, “pero podrían reactivarse por la aparición de fiebre, de cambios de temperatura como exposición solar o frío, traumatismos, infecciones y situación que causen estrés, entre muchas otras”.

Atención, es un virus y se transmite

Efectivamente, como nos explica la doctora, “al ser una infección por virus, ineludiblemente se va a transmitir”. Esto se produce por contacto con la saliva, por lo que se puede contagiar “por besos, por compartir utensilios, beber y comer del mismo recipiente”. De ahí que sea muy importante extremar la vigilancia.

De la misma manera, es fundamental que tanto el niño como sus progenitores y cuidadores se laven las manos, para no extender la infección. Sin embargo, “se puede acudir a la escuela sin problemas”, salvo que sea la primera vez que el niño entra en contacto con el virus, pues puede padecer un cuadro con fiebre alta, inflamación de las encías que pueden sangrar y aparecer úlceras dolorosas. En estos casos, nos dice la doctora, “sí que es conveniente que el niño se quede en el domicilio hasta que se le curen las lesiones y no participe en actividades grupales”.

¿Cómo se cura el herpes labial?

Los casos aislados de herpes no necesitan tratamiento específico, “salvo aliviar los síntomas de los que hemos hablado y cuidar las costras que aparecen con protectores labiales”, nos dice la experta. Las cremas con antivirales tópicos, por ejemplo, “no han demostrado eficacia en los casos de herpes labial”.

Además, en casa, es conveniente evitar darle al niño alimentos ácidos, como puede ser una naranja, pues le pueden irritar, mientras que los alimentos fríos suelen ser los mejor tolerados. Si hay dolor local, “se puede administrar paracetamol oral”, nos apunta la doctora.

En el caso de los herpes recurrentes, -la reactivación del virus se produce con frecuencia, por lo que es fácil una recaída-, si se conocen las circunstancias que lo pueden desencadenar, evitarlas. Así, por ejemplo, “usar protectores solares labiales si va haber una exposición al frío o calor, por salidas al aire libre”, puede ser un buen remedio para intentar evitar su aparición. Y si la recurrencia es elevada, esto es más de seis episodios al año, sin duda, “hay que consultar con el pediatra, quizás el niño necesita un tratamiento específico”.

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