Niño comiendo con su padre en el jardín.©AdobeStock

Verano

Consejos para evitar una intoxicación alimentaria este verano

En esta época, bajamos la guardia con respecto a la alimentación y, debido a las altas temperaturas, podríamos encontrarnos con consecuencias graves para la salud.

Las altas temperaturas del verano pueden ser muy perjudiciales para la conservación de muchos alimentos, favoreciendo la proliferación de bacterias, virus, toxinas y parásitos. Ya sea por romper la cadena de frío (algo fácil y más habitual de lo que nos pensamos) o por la falta de higiene, podemos encontrarnos con una indeseada intoxicación alimentaria. Una de las más frecuentes es la conocida salmonelosis y, en el caso de los niños, esta puede llegar a ser peligrosa para la salud. De ahí que sea importante extremar los cuidados, tanto en el cocinado como en la refrigeración de las comidas, sobre todo, si nos llevamos la comida a la playa, a la piscina o salimos de picnic.

Y es que, las intoxicaciones alimentarias son bastante habituales. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades de transmisión alimentaria afectan a más de 500 millones de personas cada año y,casi la mitad de ellas, son siempre niños menores de 5 años. Por eso, extremar las medidas de higiene, sobre todo, en esta época, no es solo recomendable, sino muy importante. Para evitar un problema grave, hemos hablado con la Dra. Mireia Villa, de HomeDoctor, para que nos dé algunos consejos prácticos de cara a estos meses.

Consejos para evitar una intoxicación alimentaria

“Conocer algunos de los alimentos que tienen tendencia a estropearse, especialmente durante estas fechas es fundamental”, nos dice la doctora. Entre ellos, nos destacan:

  • Todas las carnes y aves, tanto cocidas como crudas. En este caso, la cocción debería alcanzar una temperatura mínima de 70 ºC para evitar la transmisión de E. Coli, salmonella, listeria o cualquier tipo de parásito.
  • Los productos lácteos no pasteurizados, ya que pueden contaminarse fácilmente con algunas bacterias, como la Brusella. Por tanto, sobre todo si se consumen fuera de casa, mejor pasteurizados.
  • Los mariscos, en concreto, los moluscos con concha. Estos son los más propensos a la concentración de bacterias, por lo que debemos extremar las precauciones y las medidas higiénicas.
  • Los huevos deben consumirse en un espacio breve de tiempo y manipularse con mucho cuidado, sobre todo, evitando que se contamine el interior a través de una cáscara sucia. En el caso de la mayonesa casera, mejor evitarla estos meses.
  • Por último, en cuanto a las frutas y verduras mal lavadas o sometidas a altas temperaturas durante más de 3 días. En este caso, lo mejor es descartarlas, porque aumenta el riesgo de contaminación por listeria.

Además, en todos estos alimentos y en general para todos, “es importante mantener una adecuada higiene y tratamiento de las comidas de nuestros hijos y de toda la familia”. Por eso, algunos consejos que nos da giran también en este sentido:

  • Hay que lavarse las manos a menudo, sobre todo, a la hora de manipular los alimentos y después de ir al baño.
  • Tenemos que refrigerar toda la comida de manera adecuada, sobre todo, los alimentos considerados frescos, como son los huevos, los pescados y carnes o los lácteos. Además, también es recomendable conservar en lugares distintos los alimentos crudos y los cocinados.
  • Como hemos visto en el caso de las carnes y aves, pero también para los demás alimentos, hay que cocinar a una temperatura suficiente y el tiempo que nos asegure que los alimentos no quedan crudos o demasiado poco hechos, sobre todo, ahora en verano, pues evitaremos la proliferación de microorganismos.
  • Cuidar la conservación de todos los alimentos al aire libre, con especial cuidado en no romper la cadena de frío. Para ello, utiliza neveras portátiles con un adecuado sistema de cierre y conservación. Sobre todo, si la comida se va a mantener en el exterior durante un tiempo prolongado.
  • Lavar bien todos los alimentos y utensilios de cocina. Pon especial cuidado en las frutas y verduras, porque suelen consumirse en crudo. Si no es posible, lo mejor es comerlas sin piel.
  • En el caso de salir a comer a un restaurante, es aconsejable que prestes atención al estado de los alimentos que te sirven, pues, muchas veces, las tapas y aperitivos están demasiado tiempo a temperatura ambiente. Vigila su aspecto y su olor, puede darte muchas pistas.

¿Cuáles son los síntomas de una intoxicación?

Si, aún a pesar de haber seguido todos los consejos, crees que tu hijo puede estar sufriendo una intoxicación alimentaria, porque no podemos controlarlo todo, ten en cuenta que “los síntomas a identificar para tratar este problema lo antes posible son”:

  • Náuseas, vómitos o diarrea. En el caso de los niños, hay que tener especial cuidado, pues pueden producir una deshidratación con mayor facilidad que en los adultos, y más, en verano.
  • Dolor y calambres abdominales.
  • Fiebre y dolor de cabeza.
  • Vómitos.
  • Malestar y debilidad general.

Estos síntomas, en su gran mayoría gastrointestinales, pueden variar en intensidad y duración, pues se limitan a unas horas o a unos pocos días. Lo primero que debes hacer es mantener la hidratación adecuada y los consejos dietéticos de siempre (consumir, cuando se pueda, alimentos ligeros con carnes magras, frutas y verduras cocidas), además de aconsejar cierto reposo. “Si la situación no mejora o se agrava, se debe acudir siempre a un médico”, nos advierte la doctora.