Tipos de destete en la lactancia.©AdobeStock

Lactancia

Tipos de destete y cómo abordarlo con éxito

La idea generalizada de que el destete es sencillo es completamente errónea. En realidad, es una etapa en la que la relación madre-bebé cambia y puede hacernos sentir tristes e, incluso, culpables

“Todas las madres y sus hijos e hijas pasan, antes o después, por el destete. Y no es nada fácil”. Así nos lo confirma Alba Padró, que lleva ya cerca de dos décadas acompañando muchas madres en todo el proceso de la lactancia, desde su inicio hasta su finalización o, lo que es lo mismo, hasta el propio destete.

Por eso, hemos hablado con ella, que hace poco publicaba un libro íntegramente dedicado a esta etapa: Destete. Final de una etapa (Grijalbo). Y lo hemos hecho pidiéndola abordar los diferentes tipos de destete que existen (sí, hay varios) y cómo, en todos ellos, “conviene estar acompañadas, ya que no hay una fórmula mágica para todas y depende mucho de la edad del bebé y de ese tipo de destete que queremos hacer”. Paciencia, individualizar el proceso y adaptarse, tanto a lo que necesita la madre, como lo que quiere el bebé.

¿Por qué es tan difícil el destete?

Que sea difícil “es algo lógico”, como nos dice Alba Padró, “porque el bebé va a luchar por mantener para siempre la lactancia materna”. Los bebés no nacen sabiendo que existe o una leche artificial u otro tipo de alimentos, ellos llegan a este mundo y aprenden a mamar. Es lo que van a querer y nos van a pedir de manera continuada, “por muy difícil que se lo pongamos y por mucho que se lo neguemos”.

Por tanto, hay que tener presente que para que no sea tan difícil, es mejor no precipitar el destete de manera total de un día para otro. Es decir, “no se trata de obligar”, nos dice la experta. Sobre todo, si una de las partes no quiere (en la mayoría de los casos, el que se resiste a dejarlo es el bebé), porque estamos ante “dos opciones contrarias, un choque de trenes”. Hay que saber acompañar al bebé o a la madre en esta transición en la que han de dejar el pecho por completo. Por eso, es importante saber quién de los dos se lanza al destete.

Tipos de destete

A grandes rasgos, como nos comenta la experta, hay cuatro tipos de destete. Cualquiera de ellos “debería ser afrontado con información y acompañamiento porque, si no es así, puede crear más dolor e intranquilidad, convirtiéndose en un proceso más complicado de lo que debería”. No es lo mismo la información que tienes que darle a una madre cuyo bebé va a destetarse a los dos años que a los dos días de su nacimiento. Ahora, “lo que sí es cierto es que este momento les va a llegar a todos”.

  1. El destete dirigido por la madre: este es el más habitual, porque son las madres quienes dejan la lactancia muy pronto, alrededor de los 4-6 meses, dependiendo del país del mundo en el que vivan y de cuándo deben incorporarse al trabajo. También puede ocurrir, aunque en menor incidencia, por cansancio de la madre.
  2. El destete dirigido por el propio bebé: en este caso, si ocurre antes del año, “no podemos decir que este sea un destete normal”. Un bebé está biológicamente preparado para mamar más allá de sus primeros doce meses, suele existir alguna causa que lo precipite. “Y es que ellos solo saben que necesitan la leche materna, no saben ni que existe leche artificial ni que pueden comer otros alimentos”. A veces, se produce de manera inconsciente por su parte, porque empezamos a reducir las tomas por un motivo nuestro o porque iniciamos la alimentación complementaria. Es un destete más habitual pasado ya el año, pues ellos mismos empiezan a dejar de mamar.
  3. El destete natural: suele darse entre los 2 años y medio y los 7 años. Se dan muy pocos casos, y la horquilla más habitual se sitúa entre los 3 y los 4 años. Este cambio se produce porque el niño va demandado menos y la producción de leche de la madre también disminuye. El cambio llega de manera gradual generalmente.
  4. Un último destete, que podemos incluir en realidad dentro del primero es el de la lactancia parcial, es decir, amamantar al bebé o bien solo de día o bien solo de noche. De nuevo, como en el caso anterior, se va destetando de manera gradual a diario.

En todos los casos, pero más en los dos primeros (que son los que producen ese “choque de trenes” del que nos habla Alba Padró), “hay que tener presente que nuestras emociones van a ir cambiando y las del bebé también”. Así, el destete supone un cambio relacional madre-bebé que necesitará una nueva forma de comunicación entre ambos, apareciendo sentimientos de tristeza, posibles enfados y muchos nervios.

Cómo afrontar este momento depende del tipo de destete, de la madre y del bebé

Ante todos los tipos de destete, “es necesario acompañamiento y las herramientas necesarias para ello”, nos dice la experta. Sin embargo, en el primer caso que hemos visto, cuando una madre decide destetar, es muy posible que se encuentre con la oposición frontal de su bebé. Por eso, “empezamos y nos inundan los sentimientos de culpa. Un día estaremos completamente convencidas de hacerlo, y entenderemos nuestra decisión como algo firme. Al día siguiente, no nos sentimos preparadas y, de repente, ya no queremos”. Es una situación, nos dice la experta, normal y lo que importa es saber a quién consultar y cómo afrontarlo.

  • ¿A quién consultar en todos los casos? “Es lícito y recomendable consultar con una comadrona, asesora de lactancia o a una IBCLC (que es lo mismo). Hay mucho miedo a hacerlo, porque creemos que estos especialistas son pro-lactancia, prescindimos de ellos y llegan los consejos desafortunados. Pero si estaban al inicio de la lactancia, ¿no es normal que estén también al final de ella?”.
  • En el caso de que la madre quiera y el bebé no (primer tipo de destete): la pastilla para cortar la leche. “No es lo recomendable”, aunque se paute muchas veces, pues la idea no es cortar la leche de manera total y abrupta, “lo que hay que hacer es ir disminuyendo el interés del bebé por el pecho”. La distracción y el aplazamiento de las tomas hará que, llegado un momento, empiecen a olvidarse.
  • Las crisis de lactancia, como la que ha confesado Paula Echevarría: en este caso, el bebé no quiere tampoco (se incluye dentro del primero), pero es un momento especialmente complicado en el que la madre queda agotada y puede desear destetar, entrando de nuevo en un momento de conflicto emocional. En este caso, se hace más visible aún la necesidad de información de qué es lo que está pasando para afrontarlo.
  • En el segundo caso, en el que el bebé va perdiendo el interés, no obligar, información y mucho apoyo a la madre. Hay que entender la causa, para individualizar cada caso.

¿Hay presión social para el destete?

Alba Padró es rotunda, “decida lo que decida la madre hay presión social, tanto la madre que decide dejarlo (recibirá comentarios como “no, no lo hagas, debes seguir”) como la madre que decide continuar durante años (los comentarios son “creo que deberías dejarlo ya”). La realidad es que, “todo da igual, por lo general, en la maternidad y muy marcado durante la lactancia, los comentarios negativos de cualquier tipo no van a dejar de existir, sin fechas ni momentos concretos. La crítica es continua para que hagan o dejen de hacer”.

La lactancia, en general, se ve como un momento bonito y que se alaba en ciertos momentos, pero luego la sociedad en general empieza a cuestionarla, pero ¿por qué van a decidir ellos cuándo es el momento de llegar al destete? Esto puede obligar a muchas madres a destetar de manera precoz, lo que complica la situación aún más. Por eso, insiste la experta, “es importante saber qué tipo de destete tenemos, entender a ambas partes (madre-bebé), informar y acompañar”.

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