Niño comiendo y viendo la televisión.©AdobeStock

Salud Infantil

A más horas delante del televisor, más niños con sobrepeso

La respuesta depende también de otros muchos factores, pero se confirma que los niños que más tiempo pasan delante de las pantallas son más propensos a la obesidad. Y no solo hablamos de la televisión

Los niños que pasan más de una hora al día delante de una pantalla comen más comida basura. Y si comen más ultraprocesados, su dieta no es tan saludable como debería y, por tanto, son más propensos a desarrollar sobrepeso y obesidad. La frase parece sentenciadora, pero es que el último estudio publicado por la Universidad Internacional de Catalunya en Barcelona (UIC) así lo afirma: casi un 65% de los niños entre 12 y 14 años pasan, al menos, dos horas diarias al frente de las pantallas (con fines recreativos) y son los que más bebidas azucaradas y comida rápida consumen. Un hecho que será determinante en la salud de los próximos años.

A más horas de televisión, mayor comida basura

El estudio en cuestión analiza, por primera vez, la relación entre el uso recreativo de pantallas y el consumo de alimentos poco saludables, siendo estos: dulces, bebidas azucaradas, comida rápida y snacks. ¿La población a examen? Todos los niños y niñas de entre 1 y 14 años. Y los resultados son clarificadores:

  • Según se aumenta las horas de exposición a las pantallas, más consumo de este tipo de productos se produce.
  • Los niños de entre 12 y 14 años son los que pasan más tiempo delante de ellas, con fines meramente recreativos. Por tanto, son el colectivo más predispuesto a una dieta menos saludable.
  • Los niños que practican deporte varios días por semana comen menos comida basura y dulces que los que no realizan actividad física alguna.

Pero, ¿cuáles son los motivos de estos resultados? José M. Martínez, investigador principal del estudio, nos da tres hipótesis que pueden estar (con bastante certeza) detrás de estos resultados:

  1. Los niños que más televisión ven son los que más expuestos a la publicidad están a la comida basura.
  2. La televisión, aunque no nos lo creamos, puede llegar a causar cierta ansiedad y estrés entre los más pequeños, propiciando que busquen refugio en la comida basura. Está íntimamente relacionado.
  3. Además, los niños practican menos deporte porque dedican el tiempo a estas pantallas.
Niña con teléfono móvil en la cama por la noche©AdobeStock

Los teléfonos móviles y ‘smartphones’: un gran peligro

Sin embargo, no vale con retirar a tu hijo de la televisión cuando ya ha visto un rato su programa favorito. El mayor peligro que existe ahora, como nos confirma José M. Martínez, “son los teléfonos móviles, smartphones y tablets”. No podemos obviar que son pantallas de uso constante, tanto por ellos como por nosotros. De hecho, el experto asegura estar realizando estudios paralelos en los que “hemos confirmado un aumento a la exposición de pantallas, con gran auge del teléfono y de la tablet, especialmente entre la población infantil”.

Los padres creemos que el control parental, tan de moda en los últimos años, nos lo soluciona todo. Y no es así, porque aquí entran en juego varios factores:

  • Los contenidos publicitarios que se reproducen, sobre los que no existe control.
  • El acceso a las redes sociales a una edad cada vez más temprana.
  • Y el uso excesivo de las pantallas: hasta los 2 años, su uso debería ser nulo; entre los 2 y los 4 años, menos de una hora y siempre supervisada y a partir de los 4 años, como mucho, 2 horas al día en total (uso recreativo y educacional).

Este último punto preocupa enormemente a la comunidad pediátrica. Jose M. Martínez afirma incluso que “la cuestión del teléfono móvil será determinante en la salud pública no muy tarde”. Porque hacer un uso saludable de ellos está bien, pero no sabemos, hacemos un uso excesivo.

Cómo afecta el uso excesivo del teléfono móvil y cómo puedo evitarlo

Por último le hemos pedido a nuestro experto que nos especifique en qué puede afectar a nuestro hijo un uso no saludable de un teléfono móvil: “les genera estrés y ansiedad, además de que les expone a una mayor cantidad de publicidad dañina e innecesaria”. Para evitarlo, “nada como fomentar la lectura, la actividad física y, muy importante, la interacción social con otros niños y con los propios padres”. Por supuesto, “se acabó el teléfono durante las comidas o, incluso, antes de irse a la cama. Una práctica que, cada vez, vemos más en las familias”.

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