Hombre abrazando a una mujer embarazada©AdobeStock

Incompatibilidad Rh en el embarazo: ¿qué riesgos tiene para el bebé?

La isoinmunización Rh es una situación que puede poner en peligro la salud del feto. Es más frecuente en el segundo embarazo y exige tratamiento médico para evitar sus grandes riesgos.

Una de las primeras pruebas que se hace al conocer que una mujer está embarazada es averiguar su grupo sanguíneo y su Rh. Cuando el Rh de padre y madre coinciden, no hay ningún problema. Pero si la madre tiene un Rh negativo y el padre, un Rh positivo, el bebé en formación podría ser también Rh positivo.

El peligro está en que cuando la madre Rh negativa se expone a sangre Rh positiva genera anticuerpos al reconocer esa sangre como extraña. Es lo que se denomina isoinmunización, que se produce al haber esa incompatibilidad Rh.

Cómo es el proceso

Durante el embarazo, la sangre del feto pasa en pequeñas cantidades al torrente sanguíneo de la madre. Para que haya isoinmunización, el feto debe ser Rh positivo, la madre Rh negativa y, además, tener anticuerpos contra el Rh. Estos anticuerpos le llegarían al bebé a través de la placenta y se fijarían a sus glóbulos rojos que serían destruidos.

La destrucción de los glóbulos rojos fetales lleva a la anemia del bebé y se asocia a hidrops fetal (hinchazón con salida de líquido a los tejidos por fallo cardiaco), y en los casos más extremos, a muerte fetal.

Según explica la Dra. Mercedes Herrero Conde, ginecóloga de Gine4 de HM Hospitales, hay situaciones que favorecen un mayor intercambio de sangre entre la madre y su hijo, como el parto, un aborto, un embarazo ectópico, la muerte fetal intraútero, la hemorragia obstétrica y procedimientos invasivos como la amniocentesis y la biopsia corial.

Mujer embarazada tocándose la tripa©AdobeStock

Más frecuente en el segundo embarazo

La isoinmunización Rh es poco habitual en el primer embarazo, aunque, como advierte la experta, no es imposible. “Puede haber situaciones que favorezcan el paso de sangre fetal a la madre durante el primer trimestre. Esta desarrolla los anticuerpos y pasan hacia el feto”, explica.

Durante el parto hay un mayor intercambio de sangre entre madre e hijo, pero si se trata de la primera gestación, “no habría tiempo de afectar a ese feto. Serán los siguientes embarazos, si son RH positivo, a los que les afectarán los anticuerpos”, puntualiza la ginecóloga de HM Hospitales.

¿Cuál es el tratamiento indicado?

Se estima que un 17% de las embarazadas Rh negativo podrían isoinmunizarse si no se tomasen las medidas oportunas. Por eso, tanto el tratamiento como la prevención son claves.

Si hay isoinmunización, hay que llevar a cabo una serie de procedimientos médicos tanto en la gestación como tras el nacimiento, según detalla la Dra. Mercedes Herrero Conde.

Durante el embarazo

La primera medida es conocer el Rh fetal, pues solo habrá problema si el feto es Rh positivo. Si es así, se vigilan las tasas de anticuerpos fetales y, mediante ecografía, se observa si hay síntomas de anemia. “Si aparece la anemia, se pueden hacer transfusiones fetales a través del cordón umbilical durante el embarazo (funiculocentesis)”, indica la ginecóloga. Estos tratamientos hay que hacerlos en unidades especializadas.

Tras el nacimiento

Una vez que nace el niño hay que seguir con el tratamiento. En concreto, practicar una exanguinotransfusión, lo que se conoce popularmente como “cambiar la sangre”. Se hace mediante sangre de donante, para eliminar la bilirrubina y los anticuerpos dañinos.

Además, se aplica al bebé fototerapia con rayos UVA “para eliminar el exceso de bilirrubina provocada por la rotura de los glóbulos rojos. Los bebés se ponen amarillos; es lo que llamamos ictericia, más intensa en estos casos”, indica la Dra. Herrero.

La clave está en la prevención

Actualmente en España, y gracias a la prevención, la incidencia de la incompatibilidad Rh en el embarazo es de un niño por cada mil nacidos. Sin embargo, los expertos consideran que si estas medidas de prevención fuesen universales, las tasas podrían bajar aún más hasta uno de cada 10.000 nacidos.

Las medidas básicas preventivas para evitar la isoinmunización en el embarazo pasan por conocer el Rh de todas las embarazadas y saber si han tenido sensibilización previa con la prueba de Coombs.

Además, hay que aplicar un tratamiento con gammaglobulina anti D (que bloquea los anticuerpos y los inactiva) a cualquier embarazada Rh negativa que esté dentro de estos casos, según enumera la Dra. Mercedes Herrero:

  • Se ha sometido a un procedimiento invasivo como la amniocentesis. Se aplicará la gammaglobulina en las 72 horas posteriores.
  • Ha sufrido un aborto o un embarazo ectópico.
  • En la semana 28 de embarazo, para neutralizar los anticuerpos que se hayan podido formar.
  • En el posparto, si el recién nacido es Rh positivo.