1/10 © @kiwo_estudio @latrastiendafloristeria

Las joyas, los tocados o los cinturones son piezas con un protagonismo especial en todo look de novia, pero ninguna de ellas, por muy cuidadosamente seleccionadas que hayan sido, puede alcanzar en relevancia al ramo. Si bien los pendientes, colgantes o broches pueden tener un vínculo especial con la protagonista del gran día (pueden ser un regalo o un préstamo familiar), las flores solo se utilizan y acompañan un estilismo de este tipo una vez en la vida y por ello son muchos los allegados a la novia que han encontrado en regalar un ramo la oportunidad de mandar un emotivo mensaje. En cuanto a su diseño, las posibilidades son casi infinitas: de una misma flor, de flores preservadas, de inspiración silvestre… Y, quienes quieren una personalización al milímetro, se fijan, también, en la forma en la que se ata o recoge este accesorio. Estas 9 maneras de hacerlo son tan bonitas como útiles.

2/10 © @floreslatartana. Foto: @kiwo_estudio

Con un lazo de terciopelo

Convertida en una de las alternativas más repetidas y clásicas de la red, la lazada de terciopelo es la favorita de las novias románticas. Las elecciones más habituales pasan por escoger un tono de la misma gama cromática que predomina en el ramo o en los accesorios. En ocasiones la decoración del espacio también está en sintonía con el lazo elegido, lo cual crea un ambiente muy armónico a la hora de realizar las fotografías.

3/10 © @floresenelcolumpio

Con una cinta rústica

Aunque las cintas de aspecto delicado y tamaño sutil abundan en las bodas urbanas y tradicionales, las versiones más desenfadadas encajan a la perfección en enclaves y bodas con alma rústica. Los enlaces que tienen el campo como hilo conductor son en los que habitualmente las cintas de esparto, los detalles de lino o la rafia envuelven los ramos de novia silvestres o de flores preservadas. 

VER: ¿Conservar el ramo de novia tras la boda? Los expertos nos explican cómo hacerlo

4/10 © @floreslatartana. Foto: @rcbodas

Con un cordel

Sencillo y como antaño, el cordel, a la hora de atar un ramo de novia, es un elemento propio de enlaces en espacios naturales. La playa, la montaña, el bosque o el campo son los escenarios más apropiados para unas flores que se aten de esta forma, pues los elementos decorativos y el conjunto de la estética de la boda estará en sintonía. En los últimos años, son numerosas las novias que se ha decantado por esta opción, puesto que el espíritu natural y relajado es tendencia en el sector. 

5/10 © @efectofotografia

Con un símbolo con un significado especial

Pines, banderas, recuerdos de un lugar significativo o incluso el diseño gráfico de la boda. En términos de símbolos especiales, las opciones son muy diversas, pero el objetivo es común: rememorar o dar un espacio en un día señalado a esas etapas, momentos o cuestiones que tienen importancia para la novia. En la imagen un ramo de flores atado con una cinta de la bandera de España.

6/10 © @mardefloresmadrid. Foto: @esif_fotografia

Con una pieza de tela y alfileres de perlas

Los alfileres, en estos últimos años relegados a un discreto segundo plano, eran un elemento destacado y apreciado en ciertas bodas del pasado. Se empleaban como regalo para invitados y familiares en el enlace y se guardaban como un recuerdo muy apreciado. Estos detalles perviven aún en la manera de atar el ramo de novia, como se puede distinguir en la fotografía, en la que se alía una pieza de tela, que puede ser del mismo vestido, con alfileres de cabecilla blanca o perlas. 

VER: El día que el color granate se apoderó de los ramos de novia

7/10 © @cartamoflores. Foto: @rocioaguadophotography

Con una medalla

La Virgen del Pilar, la de El Rocío, la de Fátima, la de Guadalupe y un largo etcétera. Las novias católicas han convertido en tendencia en los últimos años incorporar a la lazada de su ramo una medalla de aquellas vírgenes o santos por los que sienten mayor devoción. En ocasiones este detalle es obra de familiares o amigos cercanos que entienden de la relevancia que una pieza así tiene para la protagonista del gran día.

8/10 © @lafloreriahuelva. Foto: @ivosousaphotography

Con una cinta estampada

Las notas de color más originales llegan también hasta el lazo del ramo, ya que las cintas estampadas son cada vez más comunes. Las alternativas pasan por prints florales con tonos suaves, los clásicos Vichy, tartán (perfecto para invierno) o las rayas marineras y los más personales, los hechos por encargo por obra de un estudio de diseño gráfico. Esta última es una posibilidad que está ligada a la creación de la papelería de boda y todo el conjunto de los gráficos del enlace, a lo Chiara Ferragni y Fedez

9/10 © @diloconunaflor

Con encaje

Toda novia tiene una pieza, una joya o un accesorio con historia que quiere llevar en su boda. Son estos detalles vintage los que cambian por completo un estilismo y lo hacen único de verdad. Es el caso de África, que quiso que su ramo de flores estuviera atado con una cinta de encaje (que añadía un toque retro al look), a modo de recuerdo: un pedazo del vestido de novia de su abuela que la acompañó hasta el altar.

VER: 10 ramos de novia ideales para bodas celebradas en verano

10/10 © @latrastiendafloristeria. Foto:@storiesby_mary

Con ese 'algo azul'

La recurrente tradición del 'algo azul' en la boda ha buscado nuevas soluciones que dejan atrás los pendientes o velos de colores para centrarse en cinturones, zapatos o cintas que recogen el ramo de novia. De seda, de algodón, de terciopelo o de lino, las alternativas en cuanto a tejidos son muy diversas y la intensidad de los tonos a escoger lo es del mismo modo.

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