La tendencia minimalista en el universo nupcial no es nueva. De hecho, para encontrar a uno de sus primeros referentes en la materia hay que hacer un viaje hasta la década de los 50, cuando la actriz Audrey Hepburn contraía matrimonio por primera vez. Para la ocasión escogía un diseño de con influencias victorianas, de largo midi, pero visiblemente muy sencillo de Hubert de Givenchy. Hubo que esperar algo más para verla de nuevo pasar por el altar con un vestido de lana rosa y cuello chimenea, de estética babydoll que escondía, detrás de esa aparente simplicidad, un delicado trabajo de costura.
Si bien el concepto minimal de hoy no coincide exactamente con el de aquellos tiempos, la intérprete e icono de moda ha sido una influencia significativa para muchas novias a lo largo de la historia. Los estilismos de sus dos enlaces llamaban la atención por haber fusionado la elegancia y la naturalidad, sin disfraces. No obstante, todo estaba estudiado, también los accesorios y, precisamente porque la estrella belga se casó con vestidos cortos en ambos casos, a lo largo de los años, muchas se han preguntado qué calzado eligió para acompañarlos. Fueron unos zapatos de salón con gran altura, en el primer caso, y lo que hoy se conocería como granny shoes, con la punta cuadrada, en el segundo. Podría decirse que con ellos quiso poner la nota justa de protagonismo. Con esta idea como telón de fondo, son muchas las marcas con diseños especiales, que acompañarían a la perfección cualquier vestido de novia sencillo, con las que entrar con buen pie en la ceremonia y hacerlos brillar.