Algunas novias eligen su calzado pensando en lo cómodos que le resultarán en su gran día; otras, quieren un diseño que combine con su estilismo; y, cada vez más mujeres apuestan por modelos con los que romper las líneas más clásicas. La unión de estos tres motivos ha hecho que los botines se hayan posicionado como un complemento en alza en el sector nupcial. Accesorios que, además de dar un aire rompedor y renovado a cualquier look, convence a todas, desde royals hasta celebrities.
El pasado 1 de junio Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam se casaron en una ceremonia discreta. Sin embargo, gracias a las redes sociales, pudimos descubrir algunos detalles como el calzado que eligió la hija de Carolina de Mónaco para acompañar su segundo vestido nupcial. Carlota, que cambió el mini vestido de Yves Saint Laurent por uno de Chanel, eligió para este último botines, una de las tendencias preferidas de las novias actuales.
Si el vestido estaba inspirado en uno de los modelos que pudimos ver en la colección Alta Costura Primavera/Verano 2019 de Chanel, la última que podría haber diseñado Karl Lagerfeld, los botines también aparecieron sobre la pasarela.
Apenas unos días después, Candela Serrat y Daniel Muriel se casaban este fin de semana en Menorca. La actriz también se sumó a esta tendencia al combinar, con su diseño exclusivo de Rosa Clará, unos botines metalizados. Un modelo que fue creado también para ella por la firma Lodi Shoes.
Botines bajos, con acabado metalizado, de Saint Laurent (895 euros).
La firma nupcial Yolancris eligió este tipo de calzado para muchas de las modelos que desfilaron, en Valmont Barcelona Bridal Week, con diseños de la Colección 2020.
Aunque las diseñadoras los propusieron junto a diseños muy primaverales, también les dieron un toque más invernal al añadir chaquetas y gorras al estilismo.
Botines de corte minimalista, con pespuntes en la zona delantera, de Prada (790 euros).
Botines con tacón de inspiración joya, de Uterqüe (129 euros).
Marylise fue otra de las firmas que mezcló sus propuestas con este tipo de calzado. Lo hizo con sus looks más sensuales, en los que el satén se convirtió en el tejido protagonista.
También con sus propuestas más modernas, en las que no faltan los vestidos cortos. El resultado fueron looks nupciales muy alejados de los estilismos más clásicos y con un toque rockero.
Botines con detalles de perlas en el tacón y con efecto encaje, de Nicholas Kirkwood (400 euros).
Botines con diseño minimalista, de tono rosa palo, de Santoni (511 euros).
Fue Isabel Zapardiez la que elevó la altura de buena parte de los diseños hasta convertirlos en botas. Una opción ideal para los días más frescos o para las bodas de primavera celebradas por la noche.
La diseñadora no solo se atrevió con diseños en color blanco, sino con modelos en otras tonalidades con los que romper la monotonía del total look. Diseños que, además, es fácil reutilizar con vestidos cortos y veraniegos.
Botas de caña alta, de piel y con tacón cuadrado, de Mango (139,99 euros).
Botas altas tipo cowboy con detalles de metacrilato, de Francesca Bellavita (567 euros).