Poco a poco van trascendiendo más detalles de la boda de Selena Gomez y Benny Blanco. La cantante y actriz, de 33 años, y el productor musical, de 37, se dieron el 'sí, quiero' el 27 de septiembre en Santa Bárbara. Lo hicieron rodeados de sus familiares y amigos, pero también de un potente dispositivo de seguridad. La expectación era enorme y hemos tenido que esperar varios días para conocer, por ejemplo, que la protagonista de Solo asesinatos en el edificio no llevó dos, sino tres vestidos de novia.
© @selenagomezHa sido bastante curiosa la forma en la que se han ido desvelando los looks nupciales. En un primer momento, Selena compartió varias fotografías del gran día con las que confirmaba que sí, que por fin se habían casado. El vestido que vimos entonces era un diseño confeccionado en satén drapeado a mano. Presentaba un favorecedor escote halter que se desplegaba como un ramo de pétalos, cayendo en una espalda abierta en V. La falda, de caída fluida y con cola, recordaba a los grandes momentos de la moda nupcial en Hollywood. Pero ese no era el primero, sino el segundo.
Horas después de la publicación de Selena llegaba otro post, esta vez del novio. Benny Blanco compartía con sus más de tres millones seguidores una nueva tanda de fotografías. "Me casé con una princesa de Disney de la vida real", escribía junto a ellas. Y lo que más nos llamaba la atención -además de las joyas que lucía él en una de las instantáneas- es que Selena llevaba otro vestido totalmente diferente, su primer look nupcial, tal y como confirmó la firma.
© @selenagomezSe trataba de otro diseño firmado por Ralph Lauren que, aunque guardaba ciertas similitudes con el primero (como el escote), tenía un aire mucho más sensual. Estaba confeccionado en tul y encaje y, aunque el cuerpo estaba adornado por 300 flores en relieve, la falda era ligeramente transparente, por lo que dejaba entrever no solo las piernas de Selena, también sus zapatos de tacón blancos, de tiras y con la puntera abierta.
© @selenagomez
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© @selenagomezPero hubo otro look. Hace solo unas horas, Selena compartía con sus más de 417 millones de seguidores (sí, ella es una de las personas con más seguidores de Instagram) un bonito repaso de lo que fue su boda. Ahí estaban los dos maravillosos vestidos de Ralph Lauren, su ramo de lirios del valle (un diseño minimalista que nos ha hecho pensar en el de Tamara Falcó) y un tercer diseño con el que bailó hasta el final del día.
© @selenagomezEsta pieza, también firmada por el diseñador norteamericano, tenía una marcada estética pin-up. Se trataba de un vestido midi, con el cuerpo encorsetado y una falda llena de vuelo que nacía desde lo alto del talle y estaba compuesta por paneles de voile de algodón, seda y lino, plisados y cosidos a mano. Selena se cambió de vestido y de zapatos, pero cuando llegó el momento del baile quiso descalzarse para estar todavía más cómoda. Un detalle que vemos en las fotos y que, como explica el diario Us Weekly, fueron imitando buena parte de los invitados a lo largo de la noche para disfrutar al ritmo de la sesión del DJ Mark Ronson.
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