Laura Corsini y Javier Ibáñez se dieron el 'sí, quiero' el 30 de julio de 2022 en la localidad cántabra de Comillas. Un lugar con un significado especial para la pareja, ya que fue donde se conocieron y donde él le propuso matrimonio en octubre de 2021. La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de San Adrián, en Ruiseñada, y fue ahí donde pudimos ver, por primera vez, su vestido de novia. Laura eligió el traje con el que su abuela materna, Carmina, se casó en 1958. Este diseño atemporal de color blanco roto, con cuello redondo, manga francesa y falda de línea en A, fue restaurado dedicándole más de cien horas de trabajo. Pero antes del gran día hubo otro momento especial: el de su pedida. Un día mágico de primavera que hoy recordamos.
¿Cómo recuerdas el día de tu pedida?
Recuerdo nuestra pedida con muchísimo cariño, en ocasiones he comentado que creo que para nosotros fue tan bonita como la boda. ¡Al ser algo más íntimo y con tus seres más queridos disfrutas de principio a fin!
¿Qué nos puedes contar sobre ella?
Celebramos nuestra pedida a comienzos de mayo, dos meses antes de nuestra boda. Fue en casa de los padres de Javier, tienen un jardín precioso y fue el escenario perfecto. La cena fue más íntima, solo con nuestros padres y hermanos y al terminar se unieron nuestros mejores amigos para celebrar.
¿Qué look elegiste para esta especial ocasión?
Me había diseñado un vestido para la ocasión, pero en el último momento me enamoré de un vestido Flor de Juan Vidal y pudo hacérmelo en tiempo récord.
La casa (o el lugar en el que se celebra la pedida) también se prepara para este día, ¿cómo la decoraste para tu pedida?
Fue una suerte poder hacerla en el exterior. Desde primera hora llegaron ramos de amigos y familiares que utilizamos para decorar toda la casa y jardín. Mis suegros nos regalaron una vajilla antigua preciosa y con ayuda de Cristina Oria decoramos todo en torno a ello. Mantelería azul, cubertería de plata, Cristina también montó una mesa de postres preciosa. Contamos con los fotógrafos Dos Mas en la Mesa.
¿Qué consejos les darías a las novias que están preparando su pedida? ¿Qué no puede faltar en esta celebración?
Que se relajen y disfruten, es un día precioso para disfrutar en familia. Recuerdo con mucho cariño el momento en el que nos sentamos todos a hablar y de manera espontánea surgieron discursos improvisados. Creo que es precioso que los padres y los novios compartan unas palabras. En cuanto al regalo, creo que es algo simbólico, pero que hace mucha ilusión, la familia de Javier me regaló un anillo y nosotros a Javier un reloj, ¡pero lo que más ilusión me hizo fue que también me regalaran un olivo!