Estaba previsto que Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi se casaran el 29 de mayo de 2020. La idea era hacerlo con una ceremonia en la capilla real de St Jame's Palace, en Londres, y celebrarlo después en los terrenos de Buckingham Palace. Sin embargo, tras unos preparativos de boda enturbiados primero por el distanciamiento del príncipe Harry y Meghan Markle de la familia real, y segundo, por el escándalo del príncipe Andrés, padre de la novia; la pareja tuvo que cancelar su enlace. Y es que a todo ello se sumó la crisis sanitaria de la pandemia, haciendo imposible que sellasen su amor de manera oficial.
Por suerte, no tuvieron que esperar mucho. Cuando el gobierno de Reino Unido levantó las restricciones, los enamorados sorprendieron al mundo con una boda secreta, mucho más discreta de lo que habían imaginado en un principio. Sucedió finalmente el 17 de julio de aquel mismo año y se convirtió en el primer enlace secreto de la familia real británica en 235 años.
Un amigo de la pareja aseguró a People que solo tuvieron dos semanas para organizarlo todo, con la ayuda inestimable de las madres de los novios, Sarah Ferguson y Nikki Williams-Ellis. Ambos se dieron el 'sí, quiero' en una de las capillas del Castillo de Windsor, ante la mirada de sus familiares y amigos más cercanos, entre los que por supuesto se encontraba la reina Isabel II. Beatriz de York caminó hacia el altar del brazo de su padre, mientras que el padrino del novio fue el hijo de este, Christopher Woolf, de poco más de tres años en ese momento, consiguiendo ser el padrino más joven que se ha visto en una boda real.
El vestido de novia de Beatriz de York
La aristócrata rindió homenaje a su familia, pues ese 'algo prestado', en su caso, fue tanto el vestido como las joyas. Escogió un precioso diseño vintage que había pertenecido a Isabel II y que esta todavía guardaba en su armario. Se trataba de una creación confeccionada por Norman Hartnell, modista oficial de la difunta monarca, y antes de ella, también de la reina madre.
Un modelo de seda de tafetán en tono marfil, con un corpiño geométrico de brillantes engarzados y mangas de organza. Estas últimas fueron agregadas cuando el vestido se arregló para la boda de la hija de Sarah Ferguson, pues originalmente contaba con tirantes anchos. Fueron la estilista Angela Kelly, asesora personal de Isabell II durante más de dos décadas, y el diseñador Stewart Parvin, quienes ayudaron a remodelar este diseño que la abuela de Beatriz de York llevó durante su juventud, en al menos tres ocasiones diferentes.
Una original tiara con mucha historia
Cumpliendo con la tradición de las mujeres de la realeza, Beatriz de York completó su look nupcial con una tiara de diamantes. De nuevo, se trataba de una reliquia heredada, cuyo origen se remonta al reinado de Victoria del Reino Unido, tatarabuela de Isabel II. Originalmente, era un collar que la antigua reina lució en su boda, pero en 1919 fue transformado en tiara por Garrard & Co., la firma de joyería y orfebrería de lujo, que en 1843 la reina Victoria nombró joyero oficial de la Corona. Esta misma tiara fue la que la propia Isabel II lució en 1947 durante su enlace.
Llamó también la atención el ramo de la royal, pues con él hacía un guiño también a sus antepasados: el conjunto floral estaba formado por rosas, jazmín y ramitas de mirto. Estas últimas han sido llevadas por casi todas las mujeres de la realeza británica desde el siglo XIX, pues la planta se asocia a la fertilidad, el amor y la inocencia. La primera en decorar con ellas su ramo de novia fue la reina Victoria en su boda con el príncipe Alberto, en 1840.
Beatriz de York y Edoardo Mapelli Mozzi: su historia de amor
La princesa comenzó a salir con el promotor inmobiliario y diseñador de interiores, descendiente de familia italiana, en 2018. Se dice que se conocieron cuando eran niños por conexiones familiares, pero fue aquel año cuando se reencontraron en la boda de Eugenia de York. Beatriz había roto dos años antes con su anterior pareja, Dave Clark, con quien estuvo una década saliendo. Y en aquel momento, Edoardo seguía conviviendo con Dara Huang, la arquitecta con la que había estado prometido y con quien había tenido a su primer hijo, Christopher Woolf.
El inicio del romance entre los dos estuvo dotado de cierta polémica debido a los rumores de infidelidad por parte del empresario a su anterior novia. Pero decidieron continuar con su relación. En marzo de 2019, la primogénita del príncipe Andrés y Sarah Ferguson presentó oficialmente a Edoardo ante los medios de comunicación.
En la actualidad, son una pareja consolidada que celebran su quinto aniversario de boda con dos hijas en común: Sienna Elizabeth, nacida en 2021, y la pequeña Athena Elizabeth, a quien dieron la bienvenida en enero de 2025.