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Vestido de novia Marcela Mansergas en el pino de san josé

Paula, la novia del vestido con escote barco y la tiara de tulipanes que celebró su boda en Sevilla

Nuestra protagonista confió en Marcela Mansergas para que confeccionara su vestido con cuerpo drapeado

Colaboradora de Novias

15 de julio de 2025 - 19:00 CEST15 de julio de 2025 - 19:00 CEST

Como sucede con las decisiones más trascendentales del día a día, son muchas las novias que reflexionan durante semanas o incluso meses antes de decidir a qué firmas acudirán a informarse acerca de su vestido para el gran día. Y es que un diseño que, en principio, se vestirá solo una vez en la vida, bien merece un análisis profundo. Es lo que le sucedió a Paula, una recién casada indecisa, sevillana residente en Madrid, que pasó por el altar a finales del pasado mes de mayo.

El escote barco y los drapeados para un look de novia atemporal

Como punto de partida, la premiada modista escuchó a Paula y le pidió que le hiciera llegar imágenes de aquello que vestía en su día a día y de ahí supo extrapolar sus gustos a una pieza que hablara de ella. “Quería un escote barco, pero que a la vez tuviera algo de escote en la espalda, mangas largas, falda que no fuera muy estrecha, pero tampoco con volumen, cola y velo. El resto fue obra de Marcela”, recuerda nuestra protagonista. Del dicho al hecho no hubo un trecho, sino un proceso precioso que la novia y sus acompañantes guardan como el mejor de los regalos.

“Mi madre me acompañó a cada una de las pruebas (muchos AVEs de por medio) y debo agradecérselo porque en cada prueba identificaba lo que me quedaba ‘raro’, para que Marcela y su equipo pudieran corregirlo. En la primera prueba de fase de toile el vestido me encantó, sin embargo, al pasarlo a tejido tuvimos que retocar cosas. Hubo un poco de drama con la parte superior del vestido, porque no conseguíamos que hubiera continuidad entre el drapeado y la manga, pero Marcela encontró la solución perfecta”, rememora.

Tejidos clave

Cuando en la última cita le colocaron la cola y el velo, Paula se emocionó, estaba verdaderamente feliz con el resultado. Sin duda, en la elección de los tejidos estaba el secreto para lograr el acabado que la sevillana esperaba. La base del vestido (que se apreciaba especialmente en la falda) y la cola compartían material: era crepe de triacetato, que combinaba a la perfección con el tul de seda natural, que hacía un elegante contraste en las mangas y en el cuerpo drapeado. “Tenía claro que quería un tejido que no se arrugase mucho (me pone nerviosa ver a novias arrugadas) y necesitaba que el vestido fuera fresquito, porque en Sevilla un 31 de mayo lo más normal es que hiciera calor (¡y vaya si lo hizo!)”, puntualiza.

Boda de primavera en iglesia de san lorenzo sevilla

Pensando en poder disfrutar del baile nupcial con comodidad, la novia y la diseñadora se decantaron por una solución clásica: unos enganches para poder recogerlo y moverse con facilidad. No se trataba de un look desmontable o de un segundo vestido, no era necesario y Paula pudo disfrutar a lo grande.

A diferencia de otras recién casadas, la andaluza estaba decidida a llevar el velo. La pregunta era: ¿cuál es la mejor opción? Por suerte, Marcela Mansergas dio en el clavo con una propuesta tradicional y siempre favorecedora, hecha en tul. En un primer momento probaron a colocarlo tras la diadema que lucía, pero nuestra protagonista se veía "demasiado princesa". Fue cuando lo situaron sobre el moño cuando se sintió más cómoda.

Una tiara de tulipanes y otros accesorios significativos

Además de la propia prenda, Paula estudió al milímetro los accesorios que completaron el estilismo. Viendo las imágenes, es sencillo concluir que todas las miradas se dirigían a la tiara, sutil y clásica, que llevó coronando el look. Pertenecía a una conocida joyería de la capital hispalense: "era de Santamaría Joyeros. Preciosa, de plata, con tulipanes con circonitas. Sencilla, pero preciosa".

A esta joya se sumaron el anillo de pedida de Álvaro, su prometido (de oro blanco, con un zafiro central y diamantes) y el anillo que le regaló su abuela: "además, llevé los pendientes que me regalaron Álvaro y su familia por la pedida, también de Santamaría joyeros, de oro blanco, diamantes y perlas australianas. ¡No pueden ser más bonitos!".

Junto a las piezas más destacadas, se decantó por unas sandalias en color azul, que compró con mucha antelación, en mayo de 2024. Estuvo semanas tratando de hacerse con ellas en Flordeasoka, hasta que lo logró porque las repusieron en su talla. "Tengo una gran devoción por la Virgen y como me casaba en mayo, su mes, quería que el azul, su color, predominara tanto en mi look nupcial como en la decoración de la iglesia".

El ramo, su otro 'algo azul' con un significado trascendental

Las flores del ramo de novia son una herramienta capaz de transformar el look nupcial y mandar un mensaje en clave. En este caso, hubo un gran significado detrás de este diseño floral que creó La Galería de Jesús Fuertes. “Yo quería que las flores de la iglesia y mi ramo llevaran azul y blanco, los colores de la virgen. Además, le añadimos ramitas de olivo, ya que mi madre es de Jaén y se ha criado entre olivos, para hacer un guiño a mi tierra materna. Lo adorné con una cinta del mismo color que mis zapatos, azules, y una medalla de la Virgen Milagrosa, de la cual soy muy muy devota, que me regaló mi mejor amiga y testigo de mi toma de dichos. Mi abuelo materno, que en paz descanse, era muy devoto de La Milagrosa, tanto que está enterrado con una medalla de esta Virgen. Heredé su devoción y ahora siempre la llevo cerca”.

"Me maquilló y peinó Julia Hidalgo. Me la recomendaron varias amigas y primas y me alegro muchísimo de que lo hicieran. Desde la prueba supo conseguir el look natural que buscaba pero realzando mis rasgos faciales", indica Paula.

El resultado fue duradero y, a pesar de las altas temperaturas del día, el rostro no sufrió alteraciones. "Desde el principio tuve claro que quería llevar un moño bajo y entre Julia y yo decidimos que fuera algo sencillo, pero elegante. Lo mejor del peinado y maquillaje: que no se me cayó en toda la noche. ¡Llegué al hotel casi intacta!".

Boda de primavera y novia con escote barco

Un amor forjado en la Feria de Abril

Todos estos fueron los ingredientes del enlace de Paula y Álvaro, un ‘sí, quiero’ que llegó tras nueve años de amor. Nuestra protagonista relata que se fijó en su actual marido cuando ella tenía 17 años, en casa de un amigo. “Él ni se acuerda de que yo estuviera en esa barbacoa. Un año más tarde, volvimos a coincidir en la fiesta de cumpleaños de una amiga y al cruzarnos me soltó un piropo. Él tampoco se acuerda de ello, pero a mí se me quedó grabado”, nos cuenta.

Vestido de novia Marcela Mansergas con escote barco

Fue en 2016, en plena Feria de Abril, cuando sus caminos se cruzaron definitivamente. “Coincidimos en una caseta de unos amigos en común y allí ya nos presentaron. Álvaro siguió en su línea de echarme piropos y a mí me encantó”, recuerda. Una amiga suya le dijo unos días después que Álvaro le había pedido su número de teléfono. Así comenzó una relación que ya roza la década de amor.

Vestido de novia Marcela Mansergas baile novios

Sobre la petición de matrimonio, la sevillana nos explica que fue antes de lo previsto: "yo le saqué el tema a Álvaro unos meses antes de que me lo pidiera. Lo hablamos mucho antes de que él comprara el anillo y decidiera pedírmelo el jueves santo de 2024. Me lo pidió en Aljezur, Portugal, uno de nuestros lugares especiales por haber ido en varias ocasiones durante nuestro noviazgo, en un acantilado precioso. Yo no me esperaba que fuera ese día cuando me lo pidiera, pensé que sería más adelante en verano del 2024, pero no pude ser más feliz de que se adelantara. Pasamos cuatro días en Aljezur sin yo poder decirle nada a nadie porque quería esperar a ver a mi familia en persona. De los días más felices que tengo en mi memoria”.

Vestido de novia Marcela Mansergas boda primaveral

Una boda en una emblemática iglesia de Sevilla

El pasado 31 de mayo la pareja contrajo matrimonio en la parroquia de San Lorenzo Mártir, una de las más solemnes, bellas y céntricas iglesias de la capital hispalense. El templo estaba abarrotado de invitados que quisieron celebrar el amor de los novios y que echaron un pulso a las altas temperaturas de la jornada. “La ceremonia fue oficiada por Don Miguel, el párroco de San Lorenzo, y como ayudante Paquito, el sacristán, un genio”, comparte.

De la decoración de la iglesia se encargó La Galería de Jesús Fuertes, que combinó flores blancas y azules. "El dueño es el padre de un excompañero mío del colegio. Todo el mundo me dijo lo bonita que estaba decorada la iglesia. ¡Las flores de Jesús eran preciosas!", agradece.

Decoración con detalles de tendencia

Para el montaje floral de los espacios de la celebración, la pareja se puso en mano de Alyssum Atelier, que apostó por peonías, esparraguera, olivo, helechos y otras variedades florales de aires campestres que vestían los rincones y mesas del gran día. "Mercedes logró que el salón estuviera precioso, con enredaderas verdes colgadas del techo y los centros de mesa en tonos primaverales", concede Paula.

La sencillez y la inspiración campestre también estuvieron presentes en la papelería del enlace. La idea era encontrar el equilibrio entre los motivos florales y botánicos, la elegancia que buscaba la pareja y una buena legibilidad de cara a los invitados. "Los carteles del seating plan, la minuta y los meseros me los diseñó mi prima Estrella. Para la minuta escogimos un olivo, guiño a mi tierra materna y para los meseros y seating plan diferentes flores, ya que estábamos en plena primavera", agrega.

Familiares y amigos se reunieron para celebrar el gran día de Paula y Álvaro. Una jornada marcada por el buen tiempo, un menú de Catering Miguel Ángel, música en directo de Gelase Kim y Mr Lobo y la emoción de unos novios e invitados entregados. "Nunca olvidaré el hecho de poder celebrar rodeados de la gente que más queremos y que me doliera la cara de sonreír. No puedo describir lo feliz que fui ese día", admite nuestra protagonista.

Nada como hacer balance semanas después de una esperada boda. Es ahora cuando la novia se ha parado a pensar en qué consejo puede ser de utilidad para todas aquellas parejas que se casan próximamente. Su recomendación es sencilla, pero a la hora de la verdad, difícil de aplicar. Por eso advierte en no caer en el error de dejarse llevar por los nervios. "Aunque sea un día importante, lo mejor es no agobiarse demasiado con nada, al final todo sale y lo importante es disfrutar del proceso y sobre todo del día en sí, que pasa rapidísimo", concluye.