Una invitación de boda es la primera toma de contacto que los invitados tienen con el enlace. Por eso su elección tiene más importancia de la que parece. No solo se trata de dar con un diseño bonito, que refleje la personalidad de los novios y siga (o no) las tendencias imperantes en ese momento. "Es una forma de trasladarle al invitado no solo una convocatoria, sino de comunicarle el tipo de boda que se va a celebrar", nos explicaba Ana García-Gayoso, empresaria, fundadora de uno de los primeros blogs nupciales en España y autora de Manual para organizar una boda perfecta, donde habla largo y tendido sobre protocolo. Una afirmación con la que coincide plenamente Beatriz Navarro, fundadora de Arte Papel, una firma especializada en invitaciones de boda y papelería personalizada con más de veinte años de trayectoria. Por tanto, la elección del diseño no debería ser algo trivial.
La importancia de elegir bien las invitaciones
Beatriz nos explica que cuando los novios llegan hasta ellos suelen tener más o menos claro lo que les gusta. Pero su misión es tratar de descifrar si esa decisión coincide o no con el tipo de evento que van a celebrar. "Hay que intentar que sea coherente lo que están organizando con el tipo de invitación que les gusta. Y ese es un poco el match mágico que hacemos aquí", asegura. Para ello les plantea muchas preguntas sobre el tipo de boda que están preparando, con el fin de obtener la mayor información posible. Y es que si se trata de una boda clásica, elegir un diseño moderno podría confundir a los invitados y enviarles un mensaje equivocado, y viceversa.
La invitación también puede ser un punto de partida para empezar a plantear el colorido que predominará en la decoración de la boda —si la pareja tiene claro que elegirá flores en tonos anaranjados, esa gama podría estar presente en el diseño— o ciertos detalles que se desvelarán durante el gran día, como un seating plan en el que hay acuarelas que también vimos en los sobres o se convirtieron en un regalo perfecto con el que sorprender a los invitados.
¿Y qué hay de las invitaciones digitales o esos save the date que se popularizaron durante la pandemia y todavía siguen utilizándose? "Un save the date es solamente un 'reserva esta fecha'. Nosotros también los diseñamos, pero siempre ponemos que próximamente recibirán una invitación. Una invitación es también una forma de regalar. Nos encanta llegar a casa, abrir el sobre, tenerla, guardarla, tocarla...", apunta la experta.
¿Qué debe haber en el sobre de una invitación de boda?
Una vez elegido el diseño es importante que en la invitación estén todos los datos importantes para la boda. Y no solo nos referimos a la fecha o el lugar de celebración, sino a todos esos detalles que facilitan tanto a novios como a invitados la planificación del enlace. Cuando le preguntamos a Beatriz sobre este tema, ella lo tiene claro y enumera todo lo que sí o sí debería estar presente.
- Quién invita. Es importante tener en cuenta que, si van a asistir amigos de los padres de los contrayentes, no solo deben figurar en la invitación los nombres de los novios, también los de sus progenitores.
- Dónde, cuándo y a qué hora es la boda. Beatriz recomienda poner el día con letra y la hora con número (o al revés, pero uno de cada manera) para evitar que la memoria nos juegue una mala pasada y los confundamos.
- Correo electrónico, dirección o teléfono (o los tres). De ese modo no solo se facilita una vía de comunicación a los invitados para que puedan confirmar su asistencia al enlace, también un canal para que planteen sus dudas.
- Tarjeta con el número de cuenta o la lista de boda. Lo normal es que los asistentes quieran tener un detalle con la pareja, de este modo se facilita o bien su participación en la financiación del viaje de novios o bien el acceso a una lista de regalos que, seguro, gustará a la pareja.
- Acceso a una landing page. Hay mucha información extra —si hay o no autobuses a disposición de los invitados, un listado de hoteles en los que hospedarse, la posibilidad de comunicar algún tipo de alergia, intolerancia o necesidad dietética especial, si habrá o no preboda, etc.— que no se puede añadir en la propia invitación y tampoco en pequeñas tarjetas. Por eso Beatriz recomienda crear una landing page o una página web desde la que sea posible acceder a todo ese contenido. Es tan fácil como añadir la dirección o un código QR en la invitación.
Aunque no es cien por cien necesario, la experta aconseja que si hay muchos invitados de fuera de la ciudad en la que se celebra la boda o el acceso en coche no es demasiado sencillo, se incluya un mapa —puede ser ilustrado—. "Luego, hace tiempo hice una cosa que me parece superbonita que es añadir en determinadas invitaciones una tarjeta especial en la que ponía 'quiero que seas mi testigo'. Es una forma muy especial de comunicarlo".
¿Y el texto, qué debe decir?
A la hora de redactar el contenido muchos novios tienen dudas. En realidad, es lógico. El texto de una invitación de boda —si el enlace es más bien clásico— sí debe cumplir con un cierto protocolo y no todas las parejas son conocedoras de él. Beatriz nos explica cómo debería ser la más tradicional pero matiza que, a partir de ahí, se pueden hacer todas las variaciones necesarias hasta dar con el estilo que encaje en cada tipo de enlace.
"Primero, en el margen izquierdo, aparecen los padres de la novia. Esto es así porque antiguamente el padre de la novia se suponía que era el que financiaba la boda, y por deferencia hacia él aparecía en primer lugar junto a su mujer. A la derecha aparecen los del novio. Ambas parejas 'participan el matrimonio'. Muchos novios me preguntan si no falta una preposición, pero no, en este caso participan es sinónimo de comunican. Después irán los nombres de sus hijos", explica. Beatriz añade que, tras todos estos nombres, ya se empieza a redactar la invitación en sí, porque realmente todos ellos son los que tienen el gusto de invitar a la boda.
Si se trata de una ceremonia religiosa, el texto sería algo similar a este:
Tienen el gusto de invitarle a la ceremonia religiosa que se celebrará (D.m.) el próximo 7 de mayo de 2024 a las seis de la tarde en San Jerónimo 'El Real' de Madrid y al almuerzo que se servirá después en la finca El Soto de Mónico.
"Abajo, en el margen izquierdo y derecho, deben aparecer la dirección (o direcciones) de los novios, los teléfonos, los mails o una dirección web. También es importante añadir que se ruega confirmación —mediante las siglas SRC— e incluir la ciudad y el año en el que se celebra la boda, independientemente del lugar de origen de la pareja —es decir, en el caso anterior sería Madrid 2024—".
Si se trata de una boda civil o un enlace más informal, como decíamos antes, el texto podrá sufrir todas las modificaciones que sean necesarias hasta dar con el texto que mejor encaje con las necesidades de la pareja.