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Ya sabemos que, muchas veces, existe una delgada línea que separa la moda nupcial de los diseños a pie de calle. Las referencias de los vestidos de novia beben de los detalles que los grandes diseñadores nos presentan cada temporada sobre la pasarela y estos, a su vez, se dejan atrapar también por esa esencia especial que desprenden los pases bridal. No hay más que echar un vistazo rápido a las propuestas de Alta Costura que se están presentando ahora en la semana de la moda de París para darse cuenta de lo difusa que es la frontera entre ambos mundos. Tanto es así, que utilizan los mismos recursos para potenciar, en este caso, la cintura a través de un mismo detalle: las lazadas japonesas en versión XL.
Gracias a pasarelas como Barcelona Bridal Week, España se ha convertido en un referente en la moda nupcial que descubre nuevos talentos temporada tras temporada. Uno de los nombres más sonados de los últimos meses ha sido Sophie et voilà!, una firma de nombre francés y origen nacional que se ha posicionado a la vanguardia de los vestidos de novia. Sus creaciones se alejan tanto de los cánones clásicos que pueden confundirse, incluso, con looks de invitada. Uno de los iconos más llamativos de la casa es el modelo Claudine, un diseño tan sencillo como moderno que presume de estilizar sus inconfundibles líneas rectas con un efectivo drapeado que imita a los llamados obi, esas fajas anchas rematadas con un lazo que se utilizan en la tradición japonesa para ajustar los kimonos.
La pasarela barcelonesa dio las primeras pistas sobre la esencia de este vestido, combinándolo de forma inusual para una novia y haciendo de este diseño un look apto para cualquier street-style. La creativa de la firma, Sofía Arribas y su equipo de mujeres emprendedoras consiguen que las fronteras de ambos mundos se difuminen gracias a unas gafas oscuras y una boina de allure francés. De esta misma forma también se combinó el diseño que parece ser su 'hermano mayor': un modelo bautizado como Claudia, menos ligero y vaporoso ya que prescinde de la falda de tul y se ciñe a las líneas rectas, aunque siempre con la lazada XL como hilo conductor.
Y es que esta referencia de volúmenes arquitecónicos suelen ser recurrentes entre los diseñadores como una forma original y efectiva para potenciar la silueta y marcar cintura. Es especialmente llamativo en diseños de color blanco y se puede adaptar a vestidos, como hemos visto en los casos anteriores, y a faldas. Así, tan solo hay que hacer un sencillo respaso al street-style para encontrar el diseño que se mimetiza con la moda nupcial. Es una falda de C/Meo Collective, una firma de origen australiano cuya estética se rige por seguir las tendencias a través de las líneas depuradas. Como se puede comprobar, es perfectamente válida para combinar con blusas de esencia lencera y complementos en contraste.
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