
Ya nos hemos asentado en la primavera, eso significa que la época de las comuniones dará comienzo en breve. Si todavía no te has hecho con el vestido de tu hija, la colección de Rosa Clará para este año viene cargada de novedades inspiradoras. Si bien no llega a liderar la vanguardia en este nicho, existen firmas que ya apuestan por pantalones para los trajes de las niñas, su sello de calidad, elegancia, sofisiticación y feminidad es inconfundible.
En las siguientes imágenes encontrarás un abanico de tejidos, caídas, volúmenes, cortes, mangas y detalles muy cuidados.
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© Rosa Clará

Entre los modelos de la colección, destacan por su delicadeza varios que carecen del volumen típico de las faldas más comunes y apuestan por una caída libre del vestido, recordando los cortes de otras décadas. Confeccionados con tul bordado, son la elección más cómoda y, a la vez, sofisiticada y femenina, para las niñas que no quedan muy convencidas con las faldas de gran vuelo.
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Si la comunión es en junio y tememos que haga calor, podemos optar por este modelo, también de inspiración vintage, pero de manga corta con puntilla y muy ligero. El contrapunto a la sencillez del conjunto lo encontramos en la flor confeccionada con varios tejidos y colocada en la cintura.
© Rosa Clará

En este modelo podemos comprobar cómo utiliza esta temporada Rosa Clará el tul plisado, otra de las tendencias para esta primavera. En este caso, las mangas de encaje son más largas y el color marfil del conjunto queda roto con un cinturón también de tul y flor en el lateral.
© Rosa Clará

Rosa Clará reúne en esta pieza varios componentes. El encaje en mangas y cintura, el plisado en el cuerpo del traje y el protagonismo de la flor en la cintura le aporta un carácter divertido al conjunto, nada otentoso y propio de una niña.
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El modelo Raisa, confeccionado en plumeti, desprende un aura romántica pero desenfadada. De mangas abullonadas, el cuerpo se completa con encajes y puntillas. El conjunto, color marfil, contrasta con el cinturón en color plata.
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Lo más importante está en los detalles, dicen. Esta pieza es un ejemplo. En la falda, con el volumen clásico de los vestidos de comunión, se intuye un ligero y sofisticado plisado. El cuello y las mangas con frisos de encaje destacan en la parte superior junto con el cinturón, que a modo de fajín, ciñen la cintura.
© Rosa Clará

La geometría y las líneas rectas construyen un look menos romántico, pero más moderno y elegante. Es el caso de este vestido, que pese a las onduladas puntillas de cuello y mangas, incorpora un innovador lazo en la parte frontal de la cintura totalmente geométrico, así como los frisos de la falda.
© Rosa Clará

El llamativo cuerpo de este vestido nos recuerda a otros siglos, a sonoros bailes en grandes palacios. El encaje y el plisado vuelven a ser protagonistas de la parte superior de la pieza que se completa con una austera falda, lisa en su totalidad, excepto el bajo.
© Rosa Clará

Una voluminosa falda con plisado ancho y frisos bordados de encaje conforman un romántico conjunto que encuentra su encanto en el cuello y mangas, de formas onduladas. La cintura también incorpora el encaje en líneas horizontales y tres pequeñas flores blancas en su parte frontal.
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