Que la música latina está de moda es algo que quedó de manifiesto una vez más en los premios Juventud, que premia a los mejores en este sector. Voces de Latinoamérica y ritmos caribeños se mezclaron en una velada en la que Miami se convirtió en una alfombra roja llena de estrellas. El reggaetón se convirtió en el gran triunfador de la noche de la mano de dos de sus más conocidos embajadores, Wisin y Yandel, que recogieron cuatro estatuillas. De cerca les siguieron el grupo Aventura y Ricky Martin que se conformaron con tres premios cada uno, una cantidad nada despreciable.
El show se caracterizó por su espectacularidad y las originales puestas en escena. RBD abrió, entre gritos, la noche: sus seis componentes se vistieron de cirujanos para curar a una Tierra dañada por la acción del hombre. Otra de las sorpresas vino de la mano de Thalía, que ha regresado con fuerza a los escenarios después de ser madre por primera vez. Con un nuevo disco bajo el brazo, Lunada, lleno de letras veraniegas que invitan a soñar con la playa y el descanso, la artista se rodeó de un grupo de bailarines polinesios y un tragafuegos, que hizo las delicias del público. Además la esposa de Tommy Mottola, que ha recuperado su esbelta figura, recogió el premio "Diva".
La nota española la pusieron dos caras que arrasan sobre los escenarios de medio mundo: Enrique Iglesias y Chenoa. El hijo de Julio Iglesias se unió al conjunto Aventura para ofrecer un aperitivo de lo que será su gira estadounidense que, bajo el significativo título de The Kings, harán juntos en septiembre. La ex triunfita ha estado una temporada al otro lado del charco promocionando su Absurda Cenicienta con éxito. Chenoa estaba muy guapa con un vestido negro palabra de honor de Adolfo Domínguez, que dejaba ver su bronceado, y el pelo recogido. Tal vez sea esta la última imagen que veamos de ella en Miami, ya que este mismo fin de semana volverá a España para su tour veraniego.
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