La subasta benéfica que se celebró en el marco del festival de cine de Cannes prometía muchos rostros conocidos y algunas sorpresas. Sin embargo la noche deparó mucho más de lo que los invitados esperaban. Kylie Minogue puso en juego una interpretación de dos de sus clásicos más coreados, Can’t get you out of my head y The locomotion, ante las numerosas estrellas del celuloide que abarrotaban la gala anual Amfar (American foundation for Aids Research). La puja fue reñida, aunque finalmente se alcanzó la espectacular cifra de 400.000 libras (más de 500.000 euros) por ambos temas. Sonriente por el éxito Kylie, enfundada en un vestido corto negro con escote palabra de honor y el pelo recogido, comenzó a cantar.
El ritmo invadió a los asistentes hasta tal punto que la maestra de ceremonias de la velada, la actriz Sharon Stone, bellísima con un vestido dorado y unos enormes pendientes de aro, no se pudo resistir a la tentación. Sin pensárselo dos veces, subió al escenario e improvisó un dúo con la cantante, mientras ambas se movían al ritmo de la música. Los giros y sensuales movimientos de baile de la nueva pareja artística consiguieron elevar varios grados la temperatura en la Riviera francesa. Totalmente entregada, Sharon reveló una faceta oculta como cantante y apasionada del baile. La nueva pareja artística, que recibió una gran ovación del público, terminó su inolvidable show con un cariñoso abrazo.
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