Madonna se ha dejado seducir por el carácter británico. La estrella, enamorada de Londres desde que rodó Evita, hace casi cinco años, se ha casado con Guy Ritchie (escocés), ha matriculado a su hija Lourdes María en un colegio londinense y piensa en Eton -la prestigiosa escuela donde ha estudiado el príncipe Guillermo- como la institución a la que irá, en su día, el pequeño Rocco. Por si esto fuera poco, la pareja se acaba de comprar una casa valorada en seis millones de libras (más de 1.600 millones de pesetas) en uno de los barrios más exclusivos de la capital inglesa, en pleno corazón del West End, cerca del London’s Marble Arch.
La casa consta de ocho dormitorios, una suntuosa y espectacular biblioteca, una pequeña casa separada para el servicio, y un precioso jardín rodeado de un alto muro con el fin de preservar la intimidad de la familia. La entrada está dominada por una escalera con un pasamanos de hierro del siglo XVIII. Cada una de las habitaciones consta de una chimenea tallada a mano. La estrella del pop llevaba más de tres años buscando casa en Londres y, aunque había visitado algunas mansiones que le habían gustado mucho, hasta el momento no se había decidido por ninguna de ellas. La mansión, de cuatro pisos, es una de las más grandes de la zona y ha sido descrita por los agentes inmobiliarios como "ideal para negocios o para el uso privado de una familia". Madonna además, obsesionada por su seguridad y por su intimidad, no tendrá problemas. Aunque la puerta principal está cerca de la concurrida Oxford avenue, la mansión posee una discreta entrada trasera para que la estrella pueda hacer una vida lejos de los objetivos de la prensa.
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