Cuando hablamos de los tejidos satinados, nos referimos a su acabado fluido, sedoso y luminoso que, hasta hace pocas décadas, adornaba casi exclusivamente la ropa interior femenina. Con el paso del tiempo, llegaron las blusas satinadas, los vestidos y las faldas, una auténtica revolución que le revocaría esa asociación involuntaria con la moda lencera. Su composición fina, a la vez que cómoda, hace de las prendas satinadas un añadido sofisticado para nuestros armarios, especialmente en la temporada de verano, cuando buscamos incansablemente alternativas a los top cortos y shorts vaqueros.
Combinaciones fáciles con los estampados del verano: frutas, langostas, leopardo...Por Alejandra R.Matallana