Los dos trucos de estilo que Máxima de Holanda ha aprendido de Meghan Markle

La soberana ha apostado por las fórmulas de estilo favoritas de la Duquesa para su primer acto oficial del nuevo curso

Por Paula Callejo

Una vez finalizadas las vacaciones estivales, las royals europeas retoman sus agendas oficiales. Si hace unos días era Victoria de Suecia la que ponía fin a sus días festivos, en las últimas horas le ha tocado a Máxima de Holanda regresar al trabajo después de vivir uno de sus veranos más complicados a causa de la trágica muerte de su hermana. La soberana ha acudido junto a su marido, el Rey Guillermo, a la ceremonia de entrega de la Willemsorde -la mayor condecoración militar de los Países Bajos- con un estilismo que sigue una de las fórmulas estilísticas favoritas de Meghan Markle pero al que ha aportado su toque personal a través de detalles que plasman a la perfección la esencia de su vestidor.

La Reina de los holandeses ha lucido un vestido por encima de la rodilla, entallado a la cintura y falda de línea 'A' en el que el que las mangas globo, ceñidas en la parte superior y muy voluminosas en el antebrazo, han adquirido todo el protagonismo. Sin embargo, lo que más ha llamado la atención de esta creación de la firma belga Natan -una de las preferidas de Máxima de Holanda- son las similitudes que guarda con los estilismos más comentados de Meghan Markle como Duquesa de Sussex. La soberana ha recurrido a dos de las señas de identidad del armario de la esposa del Príncipe Harry: el cuello barco y el rosa empolvado.

Este tipo de escotes más amplios de lo habitual es tan recurrente en los estilismos de Meghan -incluso lo lució el día de su boda- que se ha llegado a renombrar como 'escote Meghan', y hasta ahora no era una apuesta típica de la Reina de origen argentino. Por su parte, la versión más empolvada -casi nude- del rosa ha tenido un papel muy especial en los primeros 100 días de la Duquesa como miembro oficial de la Familia Real Británica, ya que optó por él en dos actos muy significativos. El primero, en la celebración del cumpleaños del Príncipe Carlos apenas 3 días después de pasar por el altar. En aquella ocasión, apostó por un vestido midi con silueta de tubo y mangas de tul en esta tonalidad firmado por Goat. Unas semanas después, acudió junto a su marido al que fue su primer Trooping the Colour luciendo una comentada creación de Carolina Herrera que, de nuevo, contaba con escote barco y estaba teñida de color maquillaje.

En ambos eventos, Meghan Markle agregó a sus conjuntos protocolarios tocados de Philip Treacy, su firma fetiche en este tipo de accesorios, que recordaban al que Máxima de Holanda ha llevado recientemente. La Reina holandesa es una amante de los complementos llamativos, por lo que no sorprende que haya rematado su conjunto con la versión XL de los adornos de la Duquesa. Además, le ha sumado clutch con detalles metalizados, guantes de piel vuelta, gafas de metactilato estilo años 70 y maxijoyas entre las que destacan los pendientes brillantes en forma de lágrima y el broche compuesto por dos grandes piedras rosas que ha lucido sobre el pecho.