Con los años, Stéphane Rolland se ha posicionado entre los couturiers preferidos por royals y famosas, por lo que cada una de sus entregas promete ser un espectáculo teatral. En vista de la crisis sanitaria, tuvo que presentar su pasada colección de forma virtual, sin público, y con ayuda de una única modelo, Nieves Álvarez. Esta temporada Otoño/Invierno 2021-2022, ha vuelto a confiar en la pericia de la española para lucir de manera exclusiva sus obras de Alta Costura. La vemos posando con un grueso vestido tubo en el dique del puerto de pescadores de Biarritz, condiciones extremas dignas de su profesionalismo. Rolland confesó a la Agencia France-Presse que tuvo que dormir maquillada, pues buscaban la suave luz del amanecer. En colaboración con Béatrice Serre, quien crea muebles a partir de mármol roto, metal y piedras preciosas, se decoraron los vestidos de la colección, para los que las rocas bajo los primeros rayos del sol sirvieron de escenario ideal. Como es habitual en las propuestas del francés, los volúmenes prominentes son el foco de atención en cada pieza. Unas colas vaporosas en capas de organza, faldas que se transforman en capuchas y aberturas inesperadas con alusión geométrica componen esta reducida serie de 9 looks.
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